Tuesday, April 27, 2010

OTRA BREVE APROXIMACIÓN A LA POESÍA BRASILEÑA: CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE. José Carlos De Nóbrega


OTRA BREVE APROXIMACIÓN A LA POESÍA BRASILEÑA: CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE


José Carlos De Nóbrega


Carlos Drummond de Andrade (Itabira, Minas Gerais, 1902-Rio de Janeiro, 1987) es otro de los grandes egregios de la poesía contemporánea de Brasil, producto del influjo y la evolución del modernismo en sus múltiples derivaciones. Entre sus 28 libros de poesía tenemos Alguma poesia (1930), Brejo das almas (1934), Sentimento do mundo (1940), Reuniâo (1967; que además de los tres anteriores contiene los libros José, A rosa do povo, Novos poemas, Claro enigma, Fazendeiro do ar, A vida passada a limpo y Liçaô de coisas). De su obra tenemos esta aproximación del poeta argentino Rodolfo Alonso, quien tuvo el privilegio de traducirlo a nuestra lengua:


“Fue Carlos Drummond de Andrade el primero que me hizo intuir que se podía ser al mismo tiempo exigentemente moderno y honestamente nacional, sin demagogia ni retórica alguna, oscura y límpidamente sentimental e irónico, preciso y contagioso, tan apasionado como distante, tan lúcido como devotamente entregado a lo esencial y a lo vivaz de su ambiente y de su pueblo, no declamado sino embebido en el propio ser, ser tan legítimo que permite ser los otros sin dejar de ser uno mismo. Y sobre todo ser lenguaje, ser lenguaje encarnado y contagioso, fraternal y exigente, tembloroso y justísimo. En momentos de ciego maniqueísmo, Drummond intuía acaso, como Heráclito, que la retórica no es apenas una cuestión literaria sino, en realidad el arte de conducir a la matanza. Se podía entonces ser fiel a la libertad y a la justicia, se podía intentar ser hombre en el poema, como él afirmó tan lúcidamente” (Rodolfo Alonso, 2004: p. 7).

Refiriéndose a Impurezas do branco (1972), Drummond planteaba que “las materias de este libro son Comunicación Persona Vivir Amar Problematizar Morir Divinidad Quijotes Artistas Brasil Una Casa” (Wilson Martins, 1996), en un ejercicio aforístico sin signos de puntuación que revela el estado dialéctico, contingente y paradójico que constituye su discurso poético y vital. Revisemos sus Aforismos de Caballo, texto poético que se apropia de la idiosincracia popular, el cancionero infantil (presidido por el efecto anafórico y una rima elemental pero limpia) y un ejercicio metafórico primario pero harto sugerente que saca chispas a la sensualidad del objeto poético –entre el caballo académico griego y la bestia imaginada en Galia-:

AFORISMOS DE CABALLO

Caballo ruano corre todo el año
Caballo bayo más veloz que el rayo
Caballo blanco vea allá si es manco
Caballo rucio compro dos por mes
Caballo rosillo quiero como hijo
Caballo alazán mi pasión
Caballo entero amanse primero
Caballo de silla pero no para la doncella
Caballo negro llave de soneto
Caballo de tiro sin relincho, suspiro
Caballo de circo no corre una coma
Caballo de raza rolo de humaza
Caballo de pobre es morocota de cobre
Caballo bahiano yo doy a Fulano
Caballo paulista no baja la crisma
Caballo minero dicen que es matrero
Caballo del Sur chispa hasta en el azul
Caballo de inglés queda para otra vez.
(De Nóbrega, 2008 b).

Carlos Drummond de Andrade juega también con el claroscuro en el cuestionamiento de valores jerarquizados en el discurso del poder, omnímodo y clasista, los cuales oprimen al ser en tanto individuo y comunidad; pues no es un contrasentido consolidar la ligación del individuo y su entorno que incluye al prójimo y a sus verdugos o acosadores. Se deja filtrar la tensión entre lo individual y lo colectivo (la insoportable coyuntura moral): de la tortura interior que implica contrastar lo subjetivo con la villana bizarría que “ordena” el mundo, en el duro decir del novelista portugués Eça de Queirós, a la respuesta posible en un lirismo de eficacia social y objetivista. Bien nos lo hace notar Antonio Cándido (1991):


“El bloque central de la obra de Drummond es pues regido por inquietudes poéticas que emanan unas de otras, que se cruzan entre sí y que parecen derivar de un egotismo profundo, cuya consecuencia es una suerte de exposición mitológica de la personalidad” (p. 30).

Fijémonos en el relativo optimismo del poema Mâos dadas, su espíritu solidario en un presente que va transformando el mundo con terca persistencia, más allá de utopías y especulaciones:

MANOS GENEROSAS

No seré el poeta de un mundo caduco.
Tampoco cantaré el mundo futuro.
Estoy atado a la vida y contemplo a mis compañeros.
Están taciturnos mas alimentan grandes esperanzas.
Entre ellos, considero la enorme realidad.
El presente es tan grande, no nos desviemos.
No nos desviemos mucho, vamos de manos generosas.

No seré el cantor de una mujer, de una historia,
no diré los suspiros al anochecer, el paisaje a la vista de la ventana,
no distribuiré piedras de tropiezo o cartas de suicida,
no huiré a las islas ni seré raptado por serafines.
El tiempo es mi materia, el tiempo presente, los hombres presentes,
La vida presente. (De Nóbrega, 2008b).

Ahora, he aquí la violencia del siguiente texto, A mâo suja, el cual expone el brazo amputado en una alusión quizás al Padre Sergio de Tolstoi (automutilación en pos de la purificación del ser):

Mi mano está sucia
Necesito cortármela
De nada sirve lavarla.
El agua está podrida.
Ni enjabonarla.
El jabón es ruin.
La mano está sucia,
Sucia hace muchos años. (En Antonio Cándido, 1991: p. 34; la traducción es nuestra).

Su amargo y adusto Decir acerca del mundo lo diferencia de la dulce, “cómica” (festiva) y espontánea atmósfera de Bandeira. Sin embargo, tan traúmatica y opresiva tensión no desdice la vitalidad del discurso poético de Drummond. Invita a una posición desconfiada ante el mundo pero no enclavada en la inmovilidad del espíritu y la praxis. Reseñando la cuarta edición de Reuniâo (1973), el poeta y ensayista Eugenio Montejo (1974) nos da pistas que no redundan en el más absoluto de los desengaños:


“La vida a que nos lleva la senda drummondiana muestra, cierto es, el lóbrego paisaje de nuestro tiempo, la mutilación de sus centros estelares. Mas su presencia vital interpone en esas brumas algunos jirones de esperanza, de cordial e irónica esperanza” (p. 100).

Tuesday, April 20, 2010

UNA BREVE APROXIMACIÓN A MANUEL BANDEIRA. José Carlos De Nóbrega


UNA BREVE APROXIMACIÓN A MANUEL BANDEIRA

José Carlos De Nóbrega (texto y traducción)


El poeta Manuel Bandeira (Recife, Pernambuco, 1886-Rio de Janeiro, 1968), quien abriría la Semana de Arte Moderno en 1922 con su poema Os Sapos –leído por el también poeta Ronald de Carvalho-, es considerado un postmodernista por Izacyl Guimarâes Ferreira, sólo que despojado del radicalismo de Mário y Oswald de Andrade. No creía pertinente la virulencia antiparnasiana y antisimbolista típica del movimiento modernista en sus inicios; en sus primeros poemarios La ceniza de las horas (1917) y Carnaval (1919) subyace una deuda estética respecto al postsimbolismo, no en balde su cada vez mayor cercanía al sesgo coloquial y versolibrista modernista. En el referido poema que inauguró la insurrección modernista en Sâo Paulo, los sapos pasatistas y parnasianos croan su decimonónica ars poética en un contrapunteo uniforme -¿monocorde en lo métrico y lo musical?- que raya en la humorada:

El sapo-tonelero,
Parnasiano aguado,
Dice: - “Mi cancionero
Es bien martillado.

¡Veda como primo
En comer los hiatos!
¡Qué arte! Y nunca rimo
Los términos cognados.

Mi verso es bueno
Trigo sin cizaña.
Hago rimas con
Consonantes de apoyo.

Hace cincuenta años
Que les di la norma:
Reduce sin daños
Las formas la forma.

Clame la grey anfibia
En críticas sépticas:
No hay más poesía,
Mas hay artes poéticas...”

Sin duda, Manuel Bandeira es una de las voces poéticas más notables del continente –muy a pesar del sorprendente juicio de Jaime Tello (1983) en la Introducción a la antología Cuatro Siglos de Poesía Brasileña: “No hay en Brasil poetas comparables a Neruda, Huidobro, León de Grieff, Xavier Villaurrutia u Octavio Paz” (p. XII)-. El ensayista venezolano Mariano Picón Salas se expresó con más generosidad y tino respecto a la obra poética de Bandeira:


“Si esta poesía se expresa en uno de los más ágiles e invencioneros lenguajes poéticos que se hayan escrito en América, en un verso capaz de toda audacia, más allá del hechizo de la palabra, alienta su íntegro amor humano, su compresión de lo pequeño, olvidado y humilde, y aquel juego sonriente de ironía y piedad con que conjura los lances trágicos de toda existencia. Apuesta ganada a la muerte, y en el que la vida vuelve a emerger luminosa y tolerante (...) Aquel poeta, enfermo en un sanatorio, que se preparaba a morir en 1912, y que ha llegado tan sano a la unánime admiración de sus contemporáneos de 1958” (en Hermes Vargas, 1997: páginas 16-17).

El discurso de Bandeira toma relieve en un tono conversado que reivindica la sencillez y no la ramplonería, el dinamismo rítmico y no la monotonía musical de tenor declamatorio, afirmándose en un novedoso tratamiento de los temas y la proposición de medios inmediatos como la apelación a la crónica periodística para aproximarnos de guisa comprometida tanto al hombre de a pie como a una concepción descarnada del oficio poético. Bien lo machacaba el poeta brasileño Armindo Trevisan (2000) en su esclarecedor y enternecedor ensayo Poesia e Mensagem Social: “Condición imprescindible para hacer poesía social: el humor”. Leamos, por ejemplo:

NEOLOGISMO

Beso poco, hablo aún menos.
Mas invento palabras
Que traducen la ternura más honda
Y más cotidiana.
Inventé, por ejemplo, el verbo te adorar.
Intransitivo.
Teadoro, Teodora.


O también:

POEMA EXTRAÍDO DE UNA NOTICIA DE DIARIO
Joâo Gostoso era cargador de mercado libre y moraba en un cerro de Babilonia
/en una barraca sin número
Una noche él llegó al bar Veinte de Noviembre
Bebió
Cantó
Danzó
Después se tiró en la laguna Rodrigo de Freitas y murió ahogado.
(Bandeira, Manuel y otros, 1979: p. 59; la traducción es nuestra).

Al igual que poetas como Carlos Drummond de Andrade, su poesía no rehuyó la preocupación por configurar un ars poética personal, libre de toda preceptiva convencional y sobre todo de cierta arrogancia teórico-ideológica. Si revisamos textos como Poética y Nueva Poética, se restablece una oposición denodada contra una poesía apolínea, sosa y académica; el arte poético no puede ser más que un canto libertario y sediento por la vida, con la muerte pisándole los talones (recordemos que el poeta superó la tuberculosis, enfermedad que le permitió el exilio –físico y de extrañamiento espiritual- y el confinamiento en el sanatorio de Clavadel –Suiza, 1913- en donde dialogó y compartió con pacientes tales como Paul Eluard, Gala y Picker). Observemos un fragmento del primero y la totalidad del segundo, los cuales hablan sin cortapisas:

Abajo los puristas
Todas las palabras sobre todo los barbarismos universales
Todas las construcciones sobre todo las sintaxis de excepción
Todos los ritmos sobre todo los innumerables

Estoy harto del lirismo enamorador
Político
Raquítico
Sifilítico
De todo lirismo que capitula a lo que quiere que sea fuera de sí mismo.

De resto no es lirismo
Será contabilidad tabla de cosenos secretario del amante ejemplar
[con cien modelos de cartas y las
[diferentes maneras de agradar a las
[mujeres etc.

Quiero antes el lirismo de los locos
El lirismo de los borrachos
El lirismo difícil y punzante de los ebrios
El lirismo de los clowns de Shakespeare

- No quiero saber más del lirismo que no es liberación.


He aquí una visión dionisíaca del quehacer poético que pudiera asumirse como una acepción adicional al Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce:

NUEVA POÉTICA

Voy a lanzar la teoría del poeta sórdido.
Poeta sórdido:
Aquel en cuya poesía hay una marca sucia de la vida.
Va un sujeto,
Sale un sujeto de casa con la ropa blanca bien planchada, y en la primera esquina
/pasa un camión, le salpica el paltó y el pantalón
/de una mancha de barro:

Es la vida.

El poema debe ser como la mancha en la ropa:
Hacer que el lector se entregue a la desesperación.

Sé que la poesía es también llovizna.
Mas ésta baña a las niñas, las estrellas alfas, las vírgenes cien por ciento y
/las amadas que envejecerán sin maldad.

(Bandeira, Manuel y otros, 1979: páginas 68-69; la traducción es nuestra).

Tuesday, April 13, 2010

YURI VALECILLO VUELVE A LAS ANDADAS EN SU CIUDAD NATAL

El camarada Yuri Valecillo anuncia una próxima incursión estética y contestataria en Valencia de San Desiderio: Su exposición fotográfica Divino y Profano para el día martes 22 de junio de 2010, a las 7 pm, en la Galería Luis Guevara Moreno de la Biblioteca Pública Manuel Feo La Cruz. No se la pierdan, sólo Rasputín satisface a toda Zarina que se precie de serlo. Valga la invitación del Secretariado Cultural del Estado Carabobo y el Colectivo Místico Anarquista ¡Rasputín Vive! (COMISARAVI).

EL CICLO DE LA VIDA Y LA POESÍA DEL DECIR. José Carlos De Nóbrega


EL CICLO DE LA VIDA Y LA POESÍA DEL DECIR
José Carlos De Nóbrega


Adhely Rivero: La Vida Entera (The entire life). Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo, Colección El Cuervo, Valencia, Venezuela, 2009, 103 pp.

Se toparon los vaqueros
muertos de sol los caballos:
¡Hermano, ah tierra bien sola!
¡Ah vida bien dura, hermano!

Alberto Arvelo Torrealba.

Adhely Rivero se ha preocupado por revisar y componer su obra poética en la estructuración de un solo libro dividido en sucesivas entregas, integradas por el tono austero e inmediato de la Poesía del Decir. Acompañamos a Enrique Mujica cuando refiere que la poesía de Rivero dice tanto sin apelar a artificios estilísticos ni a una musicalidad engorrosa e inútil: “Hallar y decir. Descubrir. Mostrar. Tal es el itinerario de esta escritura, de esta descarnada sociología de lo rural, de esta densa antropología del solitario”. La interiorización del paisaje no se regodea en el barroco trazo deslumbrante del llano, más bien se nos antoja despojada y minimalista, en pos de una revelación enmarcada en la cotidianidad del diálogo entre el entorno y su habitante asombrado y silencioso: “Una barcaza me recuerda la vaca / que se balancea sobre su ubre cada mañana”. Por supuesto, hay un ejercicio persistente de la memoria poética que involucra nostalgia y desarraigo: “En esta ciudad no hay caballos, ni vacas, ni toros. / Tendrá un río, una plaza, una gallera y un cine, / pero no es un pueblo”. Los poemas establecen un diálogo endógeno consigo mismos, de entrega en entrega, y exógeno con antecedentes tales como Alberto Arvelo Torrealba, Enriqueta Arvelo Larriva y Francisco Lazo Martí, sin caer en la glosa repetitiva y localista; por el contrario, hallamos una relación de continuidad respecto a poemas fundacionales que reconcilian la patria con la universalidad del discurso poético que reivindica la lengua y el habla de los hombres. El ars poética se desliza plácidamente sobre la veloz y necesaria cabalgadura, sin preceptivas esterilizantes que la detengan ni la perviertan: “La palabra que me enseña / a montar / corre apacible / Duro es el acto / de sostener la línea del cuerpo / en la pendiente del lomo”. La poesía decanta, entonces, las múltiples voces interiores en una escritura responsable, lúdica y macerada con terco denuedo. Nos complace esta reciente entrega de Adhely Rivero, una estupenda antología poética bilingüe que cuenta con la traducción al inglés de los poetas Esteban Moore y Sam Hamil. Los textos originales conviven naturalmente con las esclarecedoras versiones en la lengua anglosajona: Permanece el hermoso e inmediato tono conversacional de ambos casos, además de la profunda humanidad que ata la voz poética con el paisaje. Por lo que más allá del despistado discurso de la arrogancia académica, no nos resulta absurdo vincular en el decir a William Carlos Williams con Adhely Rivero: la voz que se regodea en el robo y la deglución culposa de las ciruelas del Otro, se solidariza de guisa dinámica y dialógica con el hambre predatoria del gavilán que se abalanza lascivo sobre la belleza de las queridas. Revisemos, por ejemplo, el conmovedor y cómplice cierre del poema “Gavilán” en ambos vehículos de la poesía del decir: “Love has thunderclouds and Lightning. / Loving is the rain, / in which one gets wet and dries”; “El amor tiene relámpagos y centellas. / Amorosa es la lluvia, / uno se moja y se seca”. Destaca la transparencia de ambas versiones del poema, dada la solidez de las correspondencias de tono y fondo que las vinculan y vindican. O qué nos resta decir y disfrutar de este delicioso puente, que toma como pretexto uno de los mejores textos poéticos de “Los Poemas de Arismendi”: “God is so small / in the solitude of a man / who whistles / with a dry mouth”; “Dios es tan ínfimo / en la soledad de un hombre / que silba / con la boca seca”. No en balde sus diferencias en el corte de algunos versos debido a la peculiaridad musical de cada lengua, los textos líricos pudieran ser cantados así nomás por Bob Dylan tocando las puertas del cielo o por Alí Primera Cunaviche Adentro. La experiencia poética se afinca a una tierra concreta que se nos escurre húmeda o reseca entre los dedos, sin embargo, Arismendi o Arizona trascienden lo local para establecerse en el imaginario poético universal. La traducción no es un ejercicio utópico que fracasa en versionar al Otro, por el contrario, construye un diálogo vivaz y sentido que nos aproxima al decir y a la cultura del Otro, completando el abigarrado mosaico de la humanidad revisitada y ennoblecida en la plenitud de su diversidad. Celebramos entonces la Colección El Cuervo, la cual nos ha obsequiado traducciones de poetas como Casimiro de Brito, Humberto Ak`abal, Sam Hamil, Francois Migeot, Michael Agustin, Sujata Bhatt, Tarek Eltayeb y Adhely Rivero.

Thursday, April 01, 2010

EL LEGO CINEMATOGRÁFICO DE JAMES CAMERON. RICHARD MONTENEGRO







El Lego cinematográfico de James Cameron
Richard Montenegro


Cuando hablo del Lego de James Cameron no me refiero a que tenga falta de letras o de noticias, tal como lo define el DRAE en su vigésima segunda edición, si no que lo comparo con el más famoso producto de Dinamarca, después de Hans Christian Andersen, el Lego: el juego de bloques prefabricados de plástico interconectables. Cameron tomó unas cuantas ideas bases de la literatura de Ciencia Ficción y el mayor número de situaciones típicas en el cine comercial uniéndolas con alta tecnología y mucho color azul. Aunque, como todo artilugio hecho con bloques Lego, de cerca se noten las uniones. Eso no es objetable, lo negativo es encubrir el aporte o préstamo de elementos de distintos autores sin brindarles el respectivo reconocimiento. Aunque al gran público, como cosa previsible, esto no le interesa y hoy hasta algunos que ayer fueron críticos cinematográficos solventes se desviven en halagos por la ultima producción de Cameron apelando hasta a los clásicos griegos para justificar su juicio. A lo largo de este texto mostraremos de dónde Cameron tomó los bloques Lego con los que armó su más reciente película, Avatar.

Durante mucho tiempo estuve esperando ver el resultado del proyecto secreto de James Cameron. Nunca dejó nada en claro y hasta se pensó que estaba preparando la versión de acción real de la novela gráfica Battle Angel de Yukito Kishiro.

Pues aparentemente fue todo un engaño y nos presentó un producto digno de toda una franquicia capitalista. Dándonos una puesta en escena de primera sustentada por una historia más que gastada. Si se tiene una cultura cinematográfica promedio (en otras palabras que sólo hayas visto cine de USA) es inevitable compararla y ver los puntos de encuentro o de plagio con películas como Un hombre llamado Caballo (película de 1970 dirigida por Elliot Silverstein y protagonizada por Richard Harris), Danza con Lobos (película de 1990, dirigida y protagonizada por Kevin Costner), El Ultimo Samurai (película de 2003, dirigida por Edward Zwick y protagonizada por Tom Cruise) y Pocahontas (película de 1995 dirigida por Mike Gabriel). Sí, estoy hablando de la cinta de animación de Disney.

La mejor crítica que he podido escuchar me la dio un amigo al decirme: “las imágenes son hermosas pero ni aprendí ni me mostró nada nuevo, están bien para pasar un buen rato".

Al ver la película uno se deja llevar por las imágenes que es lo mejor que tiene la cinta, porque la trama es de lo más predecible. Es inevitable pensar que Jake Sully triunfará. Apenas me adentré en la oscuridad de la sala, casi de manera automática vi a Jake Sully como una versión picta o celta de John Dunbar de Danza con Lobos, película basada en la novela de Michael Blake. Hasta la escena de la confesión es similar. En Danza con Lobos John Dunbar dice a sus amigos indígenas Lakotas (Siux) que el hombre blanco vendrá y que serán como las estrellas del cielo. En Avatar, Jake Sully le explica a los Na’vi que la gente del cielo vendrá y serán como gotas de lluvia.

En ambas películas hay pueblos indígenas que habitan tierras codiciadas por extranjeros. En Danza con Lobos los indígenas son los Lakota, mejor conocidos por nosotros como los Siux, en Avatar el pueblo a despojar son los Na’vi, que son una versión longilínea de color azul de los Thundercats del paleolítico con puerto usb incorporado.

En cuanto a Un hombre llamado Caballo y El Ultimo Samurai vemos como un hombre ajeno a una cultura es vejado por el grupo que no lo acepta. Hasta que logra sobreponerse y ganarse el respeto de la comunidad que antes lo despreciaba y que finalmente lo acoge como uno de los suyos.

Para los que recuerden a Pocahontas, no deben olvidar que esta princesa indígena salvó a un extraño hombre venido de allende los mares llamado John Smith del que se enamora (noten que las iniciales de Jake Sully y John Smith son las mismas: J.S.) y casualmente en esta cinta animada existe el personaje de la Abuela Sauce que muy fácilmente podemos relacionar con el Árbol de las Almas.

La película no dice nada nuevo y James Cameron aplica la fórmula descubierta por él en Titanic de 1997, tomar una historia de amor simple y sazonarla o vestirla en aquel caso de recuento histórico y en este caso de alegato ecologista. Es necesario hacer notar que la trama de Titanic se inspiró en un episodio de “El mundo submarino de Jacques Cousteau” que mostraba el descubrimiento y exploración de los restos del HMHS Britannic. Esta expedición contaba con Sheila Macbeth Mitchell, una sobreviviente del hundimiento, que compartió sus recuerdos del suceso e inclusive llegó a internarse en las aguas del Egeo en un mini-submarino para contemplar los restos del barco. En esta expedición se recuperaron algunas piezas del pecio. Pero no se pudo rescatar un reloj despertador que Sheila ansiaba recuperar y que había dejado en el camarote al abandonar el barco. Es fácil ver el paralelismo entre la enfermera Sheila Macbeth Mitchell y el personaje de Rose Dawson Calvert. Ambas son jóvenes que buscaban salir de la encorsetada sociedad de principios de siglo. Sólo que una es real y la otra sólo un personaje fílmico.

El HMHS Britannic era gemelo del fatídico Titanic, pero fue convertido en buque hospital al estallar la Primera Guerra Mundial, siendo hundido frente a las costas de la isla Kea en el mar Egeo el 21 de noviembre de 1916. La inmersión de Sheila Macbeth Mitchell sucedió en 1976 cuando ella contaba con 86 años.

Incluso toma elementos de otras películas como Gorilas en la niebla, cinta de 1988 dirigida por Michael Apted donde Sigourney Weaver interpretó a la zoóloga Dian Fossey defensora de los Gorilas de Montaña y que terminó siendo asesinada por los cazadores furtivos. En esta cinta el personaje representado por Weaver es botánica pero en la asunción de una actitud dura, protectora y obsesiva ante su objeto de estudio, en este caso los gorilas y en el otro los indígenas extraterrestres Na'vi, lo cual implica el mismo espíritu “dialógico”.

El enfrentamiento final entre el coronel Quaritch y Jake Sully me hace recordar la lucha final ente Ellen Ripley montada en un montacargas antropomorfo y la Reina Alien de la película de 1986: Aliens, el regreso. Y el final es el mismo, los buenos ganan y Cameron se autocanibaliza.

Hasta el momento hemos obviado el aporte de dos películas que tratan la misma temática, la de las culturas diferentes que chocan sin remedio, como son Jugando en los campos del Señor (basada en novela de Peter Matthiessen publicada en 1965 y llevada al cine en 1991 por Hector Babenco) y La Selva esmeralda (dirigida por “el Stanley Kubrick de los pobres”, John Boorman, en 1985 sobre un guión de Rospo Pallenberg). Ambas películas ubican su acción en la selva amazónica y muestran la incompatibilidad de las formas de ver la vida de los indígenas y de los criollos. Les recomiendo ampliamente la película de Boorman. Es curioso ver lo poco conocidas que son estas cintas, quizás si los indígenas amazónicos hubiesen sido azules otro gallo cantaría.

Casi olvido esa joya que es La Princesa Mononoke (1997) de Hayao Miyazaki. En esta animación japonesa se retrata la lucha entre la naturaleza y un mundo que poco a poco se tecnifica en el Japón medieval. Enmarcando esta situación una historia de amor entre la princesa Mononoke y Ashitaka, un joven Ainu venido de muy lejos.

En el mundo de la Literatura de Ciencia Ficción la película de Cameron tiene un evidente parecido (algunos ya lo catalogan de plagio) con un relato de Poul Anderson publicado en 1957 llamado Llámame Joe (Call me Joe), donde un investigador biofísico parapléjico se conecta telepáticamente con un pseudojoviano: una forma de vida artificial con aspecto de centauro felino azulado y cola prensil que vive en las selvas de Júpiter. Este relato que prácticamente está descatalogado en castellano, en la actualidad ha sido publicado en diversas ocasiones: Obras maestras. La mejor cf del siglo XX (Nova), en las revistas Nueva Dimensión 108, Valis 17 y Velero 25. Espero que esta situación favorezca que una parte del público se acerque a la obra de Poul Anderson.

En cuanto a la idea de un terrestre que se cuela camuflado en una sociedad mas primitiva de otro planeta para estudiarla, es la premisa del relato de los rusos Arkadi y Boris Strugatski Es difícil ser Dios, publicada en español por la editorial Acervo en 1975 y que fue llevada al cine en Europa por Peter Fleichmann como El Poder de un Dios en 1990.

Tampoco hay que olvidar las similitudes con una novela de Ursula K Le Guin de 1976 llamada El Nombre del Mundo es Bosque donde los Crichis (Athstianos) habitantes del planeta llamado Nueva Tahití, de un metro de estatura y de piel verde, poseen cualidades oníricas mas allá de comprensión de los terrícolas. Para ellos la realidad es un todo continuo que combina sus sueños y su vida diurna.

Las demás similitudes o contrastes evidentes vienen por añadidura. Los Athstianos son verdes y de un metro, los Na'vi son azules y de 2,5 a 3 metros. Los terrícolas llegan a Nueva Tahití para llevarse los recursos arrasando con el entorno y al final hay una revuelta de los nativos contra los invasores. Es fácil ver la conexión entre esta novela y la película de Cameron. Aunque la primera persona que plagió a Ursula K Le Guin fue George Lucas en “El Retorno del Jedi”, cinta de 1983 donde los Ewoks son un calco de los Crichis. Casualmente los Ewoks viven en una luna que orbita un enorme planeta gaseoso llamado Endor, nombre muy similar al de un poblado de los Crichis llamado Endtor. Pandora el hogar de los Na'vis también es la luna de un planeta gaseoso llamado Polifemo. Y para los que no vieron la película de Lucas, los Ewoks con flechas y troncos de árboles vencen al tecnificado imperio.

Ursula K Le Guin es una buena escritora, así que les recomiendo que se adentren en su mundo.

También ha habido cierto revuelo en España por la similitud de la trama con una novela del catalán Albert Sánchez Piñol publicada en el 2005, en la cual unos exploradores europeos descubren en África un yacimiento de oro y diamantes debajo del cual vive una extraña raza llamada Tecton. La codicia hace que combatan las dos razas y, cosa extraña, surge el amor entre un explorador y una mujer Tecton. La novela, aunque no posee una trama muy original que digamos, casualmente se llama Pandora en el Congo. Me imagino que el autor estará preparándose para demandar y aprovechar una tajada de las ganancias de Avatar.

Un aspecto que hemos que no hemos tocado es el del desarrollo de la dirección de arte, la creación de los paisajes de Pandora. Los ambientes mostrados son muy similares a los mostrados por varios ilustradores fantásticos de los años 70 y 80. Específicamente podemos hacer mención al trabajo del diseñador y arquitecto Roger Dean. Quizás para muchos el nombre no signifique mucho. Pero él es el diseñador de las portadas de reconocidos de grupos musicales como Yes, Asia, Uriah Heep, Gentle Giant, Budgie, etc. Al revisar sus trabajos es evidente ver las similitudes existentes con la dirección de arte de Avatar. Una de las marcas personales de Roger Dean en sus paisajes fantásticos son las islas flotantes.

Actualmente Cameron tiene pendiente una demanda por las supuestas similitudes con una película de animación llamada Delgo. El filme que fue realizado por Fathom Studios en 2001 y estrenado en 2008, resultó ser un desastre de taquilla. Ya por la red circulan fotogramas comparativos entre ambas películas, mostrando muchas veces un parecido substancial.

Ahora: ¿Es raro que le suceda esto a James Cameron? Pues no, sólo hay que recordar que para hacer su emblemática película Terminator (1984), Cameron se inspiró en dos episodios de la serie de TV transmitida entre los años 1963-65 llamada The Outer limits (conocida en Latinoamérica como Rumbo a lo Desconocido y en España como Mas Allá del Limite), Soldier y Demon with the glass hand. El estudio no había colocado en los créditos estas fuentes, pero Cameron se le fue la lengua en una entrevista y el famoso escritor de ciencia ficción Harlan Ellinson, que había escrito estos episodios, demandó a Cameron y logró ser incluido en los créditos de esta película y en cualquier derivado de ella.

Tiempo después, Cameron volvió a ser demandado esta vez por una pareja australiana Filia y Constantinos Kourtis, quienes afirmaban que en 1987 habían creado el concepto de un personaje que cambiaba de forma y que era capaz de reconstruirse para un filme llamado The Minotaur; a tal fin, ellos contrataron a William Green para que desarrollara un guión pero supuestamente el material fue compartido con James Cameron que usó la idea en Terminator 2: Judgment Day. Ahora, ¿cómo llegó Cameron a conocer este material? Pues los Kourtis habían enviado el guión a varias productoras de Hollywood. Una de ellas, la ICM, le hizo llegar el guión a Cameron quien se puso en contacto con la pareja manifestándole su interés en desarrollar el proyecto The Minotaur aunque finalmente sin ningún resultado.

Como vemos es frecuente en Cameron olvidar, agradecer y mencionar las fuentes de donde se nutre.

Puedo decir que técnicamente y visualmente AVATAR es una joya, pero es un remozamiento de una historia muchas veces contada.

Hay que reconocer el trabajo de Paul Frommer en la elaboración del idioma de los Na'vi, pero ya existe una experiencia similar en el cine: la desarrollada por Marc Okrand al crear el idioma de los Klingon en Viaje a las Estrellas. Y ni de cerca llega al nivel de excelencia de los idiomas creados por J.R.R Tolkien que cobrarían vida en El Señor de los Anillos.

No podríamos catalogarla ni siquiera de vanguardista o de ruptura porque su discurso es claro y desde hace algún se tiempo se viene manejando inclusive en Hollywood, fábrica de sueños que le sabe sacar provecho hasta a las criticas al status quo de Estados Unidos.

El discurso ecologista desde los años 60’s está campante en el mundo. Tiene una presencia importante aunque no mayoritaria en muchos medios. La versión de un mundo conectado no es nueva. Podríamos remontarnos cientos de años en el pasado para terminar pasando por las palabras del jefe indio Seatlle hasta la teoría Gaia elaborada por James Lovelock que afirma que la tierra es un sistema autorregulado para mantener la vida. Muchos estudios afirman que gran parte de las catástrofes que están sucediendo actualmente se deben al desbalance creado por la tecnología. Y Avatar existe por y gracias a la tecnología. La causa primordial que logró crear el prodigio visual de Avatar, son los 4.352 computadores HP Proliant BL2×220c G5 Blade que poseen condensadores elaborados a partir del Coltan. El discurso conservacionista o ecologista de Avatar no se autosustenta. Actualmente se libra una guerra en África por el Coltan, específicamente en el Congo y los países limítrofes. Este mineral, conocido como el oro gris, es fundamental para elaborar los condensadores electrónicos de los teléfonos móviles y las computadoras. Los componentes elaborados con este mineral tienen una gran eficiencia y este ha sido uno de los factores en la mejora substancial de estos artefactos electrónicos. Más de 5,5 millones de personas han muerto en África a causa de la explotación de este mineral. En las minas de extracción se trabaja en condiciones infrahumanas y gran parte de los trabajadores son niños. Cada uno de nosotros lleva un poco de sangre esclava en su móvil sea Nokia, Motorola, ZTE o Vtelca. Y nos manchamos las manos cada vez que hacemos una llamada o navegamos por la red.

Es irónico que el idioma de los Na’vi tome algunos elementos de lenguas africanas. Todos hablaremos de ecología pero no renunciaremos a nuestros efectivos y baratos artilugios electrónicos olvidándonos convenientemente de los conflictos africanos.

James Cameron exprimirá hasta el tuétano a su Avatar. Ya existe un videojuego, libros de arte, el detrás de las cámaras, la tecnología que va a vender y dos o más películas para explotar a este filón de oro azul, aunque yo diría que es pirita azul y todos sabemos que la pirita es conocida como el oro de los tontos.

Si de algo podemos estar seguros es que Cameron posee una gran maestría técnica y además es un buen mercader. Sabe qué darle a la gente: nada que sea muy elaborado en cuanto a la historias pero en buen empaque y predigerida si es posible. Es algo así como lo que venden las telenovelas clásicas de Latinoamérica: la misma historia de siempre con vestuarios y actores diferentes. O como sucede con los niños cada vez que se les relata una historia en las noches siempre debe ser idéntica a la anterior, y por eso debe ser el éxito arrollador de Avatar que se ha convertido hasta ahora en la película más taquillera de la historia. O quizás sea el hecho de que te hace creer que con arcos y flechas puedes vencer a un enemigo que usa aviones y tanques. Los europeos al llegar por vez primera a la tierra que luego llamaríamos América tenían menos que eso y todos conocemos el desenlace del encuentro.

Pero lo mejor que pueden hacer es ir al cine, juzgarla por ustedes mismos y ver si fuera del aspecto técnico AVATAR merece tanta alharaca. La decisión final es de ustedes.