VINICIUS DE MORAES
POÉTICA
En la mañana oscurezco
En el día tardo
En la tarde anochezco
En la noche ardo
Al oeste la muerte
Contra quien vivo
Del sur cautivo
El este es mi norte.
Otros que contienen
Paso por paso:
Yo muero ayer
Nazco mañana
Ando donde hay espacio
- Mi tiempo es cuando.
PATRIA MÍA
Mi patria es como si no fuese, es íntima
Dulzura y voluntad de llorar; un niño durmiendo
Es mi patria. Por eso, en el exilio
Ayudando a dormir a mi hijo
Lloro de saudades de mi patria.
Si me preguntaran qué es mi patria, diré:
No sé. De hecho, no sé
Cómo, por qué y cuándo mi patria
Mas sé que mi patria es la luz, la sal y el agua
Que elaboran y derriten mi amargura
En largas lágrimas agrias.
Voluntad de besar los ojos de mi patria
De dormirla, de pasarle la mano por los cabellos...
Voluntad de mudar los colores de las ropas (¡auriverde!) tan feas
De mi patria, de mi patria sin zapatos
Y sin medias, patria mía
¡Tan pobrecita!
Porque te amo tanto patria mía, yo que no tengo
Patria, yo simiente que nací del viento
Yo que no voy y no vengo, yo que permanezco
En contacto con el dolor del tiempo, yo elemento
De unión entre la acción y el pensamiento
Yo hilo invisible en el espacio de todo el adiós
¡Yo, sin Dios!
Te tengo, no en tanto, en mí como un gemido
De flor; te tengo como un amor muerto
A quien se juró; te tengo como una fe
Sin dogma, te tengo en todo lo que no me siento apto.
En esta sala extranjera con lar
Y sin pie directo.
Ah, patria mía, recuérdame una noche en Maine, Nueva Inglaterra
Cuando todo pasó a ser infinito y nada tierra
Y yo vi que alfa y beta de Centauro escalarán el monte hasta el cielo
Muchos me sorprenderán parado en el campo sin luz
La espera de ver surgir la Cruz del Sur
Que yo sabía, mas amaneció...
Fuente de miel, bicho triste, patria mía
Amada, idolatrada, ¡salve, salve!
Qué más dulce esperanza encadenada
El no poder decirte: aguarda...
¡No tardo!
Quiero revisitarte, patria mía, y para
Revisitarte me olvidé de todo
Estuve ciego, estropeado, sordo, mudo
Vi mi humilde muerte cara a cara
Rasgué poemas, mujeres, horizontes
Quedaron simples, sin fuentes.
Patria mía... Mi patria no es florón, ni ostenta
Pendón no; mi patria es desolación
De caminos, mi patria es tierra sedienta
Es playa blanca; mi patria es el gran río secular
Que bebe nube, come tierra
Y orina mar.
Más de la que más gallarda mi patria tiene
Una fiebre, un querer bien, un bien
Un libertas quae sera tamen
Que un día traduje en un examen escrito:
“Libertad que serás también”
¡Y repito!
Pongo en el viento el olvido y escucho la brisa
Que brinca en tus cabellos y te alisa
Patria mía, y perfuma tu suelo...
Qué voluntad me ven al adormecerme
Entre tus dulces montes, patria mía
Atento al hambre en tus entrañas
Y al batuque en tu corazón.
No te diré el nombre, patria mía
Tu nombre es patria amada, es patriecita
No rima con madre gentil
Vives en mí como una hija, que es
Una isla de ternura: la Isla
Brasil, tal vez.
Ahora llamaré a la amiga cogujada
Y pediré qué pieza al ruiseñor de día
Qué pieza al sabiá
Para llevarte presto este avigrama:
“Patria mía, saudades de quien te ama...
Vinicius de Moraes.”
BALADA DE LOS MUERTOS DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
¡Cadáveres de Nordhausen
Erla, Belsen y Buchenwald!
Huecos, flácidos cadáveres
Como espantos, abandonados
En la sementera espectral
De los yermos campos estériles
De Buchenwald y Dachau.
Cadáveres necrosados
Amontonados en el suelo
Escuálidos enlazados
En besos estupefactos
Como ascetas siderados
En presencia de la visión.
Cadáveres putrefactos
Los magros brazos en cruz
En sus caras hediondas
Hay sonrisas de giocondas
Y en sus cuerpos, la luz
Que de la tiniebla cria a la aurora.
Cadáveres fluorescentes
Desenraizados del polvo
¡Qué emoción no me da el veros
En vuestro éxtasis sin nervios
En vuestra súplica tan sólo
Grandes cadáveres góticos!
Ah, dulces muertos atónitos
Quebrados a torniquete
Sus rubias manicuras
Les arrancarán las uñas
En el regateo de la tortura
De la última toalete...
¡A vosotros arrojarán la casa
A vosotros arrojarán el nombre
Fuisteis marcados a la brasa
Y os mataron de hambre!
Vuestras pieles aflojadas
Sobre los esqueletos me dan
La impresión de que erais tambores
- Los instrumentos del Monstruo -
Desollados a golpes:
¡Oh muertos de percusión!
¡Cadáveres de Nordhausen
Erla, Belsen y Buchenwuald!
Vosotros sois el humus de la tierra
De donde el árbol de castigo
Dará madera al patíbulo
Y de donde los frutos de la paz
¡Caerán en el suelo de la guerra!
POÉTICA
En la mañana oscurezco
En el día tardo
En la tarde anochezco
En la noche ardo
Al oeste la muerte
Contra quien vivo
Del sur cautivo
El este es mi norte.
Otros que contienen
Paso por paso:
Yo muero ayer
Nazco mañana
Ando donde hay espacio
- Mi tiempo es cuando.
PATRIA MÍA
Mi patria es como si no fuese, es íntima
Dulzura y voluntad de llorar; un niño durmiendo
Es mi patria. Por eso, en el exilio
Ayudando a dormir a mi hijo
Lloro de saudades de mi patria.
Si me preguntaran qué es mi patria, diré:
No sé. De hecho, no sé
Cómo, por qué y cuándo mi patria
Mas sé que mi patria es la luz, la sal y el agua
Que elaboran y derriten mi amargura
En largas lágrimas agrias.
Voluntad de besar los ojos de mi patria
De dormirla, de pasarle la mano por los cabellos...
Voluntad de mudar los colores de las ropas (¡auriverde!) tan feas
De mi patria, de mi patria sin zapatos
Y sin medias, patria mía
¡Tan pobrecita!
Porque te amo tanto patria mía, yo que no tengo
Patria, yo simiente que nací del viento
Yo que no voy y no vengo, yo que permanezco
En contacto con el dolor del tiempo, yo elemento
De unión entre la acción y el pensamiento
Yo hilo invisible en el espacio de todo el adiós
¡Yo, sin Dios!
Te tengo, no en tanto, en mí como un gemido
De flor; te tengo como un amor muerto
A quien se juró; te tengo como una fe
Sin dogma, te tengo en todo lo que no me siento apto.
En esta sala extranjera con lar
Y sin pie directo.
Ah, patria mía, recuérdame una noche en Maine, Nueva Inglaterra
Cuando todo pasó a ser infinito y nada tierra
Y yo vi que alfa y beta de Centauro escalarán el monte hasta el cielo
Muchos me sorprenderán parado en el campo sin luz
La espera de ver surgir la Cruz del Sur
Que yo sabía, mas amaneció...
Fuente de miel, bicho triste, patria mía
Amada, idolatrada, ¡salve, salve!
Qué más dulce esperanza encadenada
El no poder decirte: aguarda...
¡No tardo!
Quiero revisitarte, patria mía, y para
Revisitarte me olvidé de todo
Estuve ciego, estropeado, sordo, mudo
Vi mi humilde muerte cara a cara
Rasgué poemas, mujeres, horizontes
Quedaron simples, sin fuentes.
Patria mía... Mi patria no es florón, ni ostenta
Pendón no; mi patria es desolación
De caminos, mi patria es tierra sedienta
Es playa blanca; mi patria es el gran río secular
Que bebe nube, come tierra
Y orina mar.
Más de la que más gallarda mi patria tiene
Una fiebre, un querer bien, un bien
Un libertas quae sera tamen
Que un día traduje en un examen escrito:
“Libertad que serás también”
¡Y repito!
Pongo en el viento el olvido y escucho la brisa
Que brinca en tus cabellos y te alisa
Patria mía, y perfuma tu suelo...
Qué voluntad me ven al adormecerme
Entre tus dulces montes, patria mía
Atento al hambre en tus entrañas
Y al batuque en tu corazón.
No te diré el nombre, patria mía
Tu nombre es patria amada, es patriecita
No rima con madre gentil
Vives en mí como una hija, que es
Una isla de ternura: la Isla
Brasil, tal vez.
Ahora llamaré a la amiga cogujada
Y pediré qué pieza al ruiseñor de día
Qué pieza al sabiá
Para llevarte presto este avigrama:
“Patria mía, saudades de quien te ama...
Vinicius de Moraes.”
BALADA DE LOS MUERTOS DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
¡Cadáveres de Nordhausen
Erla, Belsen y Buchenwald!
Huecos, flácidos cadáveres
Como espantos, abandonados
En la sementera espectral
De los yermos campos estériles
De Buchenwald y Dachau.
Cadáveres necrosados
Amontonados en el suelo
Escuálidos enlazados
En besos estupefactos
Como ascetas siderados
En presencia de la visión.
Cadáveres putrefactos
Los magros brazos en cruz
En sus caras hediondas
Hay sonrisas de giocondas
Y en sus cuerpos, la luz
Que de la tiniebla cria a la aurora.
Cadáveres fluorescentes
Desenraizados del polvo
¡Qué emoción no me da el veros
En vuestro éxtasis sin nervios
En vuestra súplica tan sólo
Grandes cadáveres góticos!
Ah, dulces muertos atónitos
Quebrados a torniquete
Sus rubias manicuras
Les arrancarán las uñas
En el regateo de la tortura
De la última toalete...
¡A vosotros arrojarán la casa
A vosotros arrojarán el nombre
Fuisteis marcados a la brasa
Y os mataron de hambre!
Vuestras pieles aflojadas
Sobre los esqueletos me dan
La impresión de que erais tambores
- Los instrumentos del Monstruo -
Desollados a golpes:
¡Oh muertos de percusión!
¡Cadáveres de Nordhausen
Erla, Belsen y Buchenwuald!
Vosotros sois el humus de la tierra
De donde el árbol de castigo
Dará madera al patíbulo
Y de donde los frutos de la paz
¡Caerán en el suelo de la guerra!
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