Sunday, July 25, 2010

AMÁLIA POR AMÁLIA. Homenaje a Amália Rodrigues (1920-1999)


Amália Rodrigues : Amália
Letra e Musica: José Galhardo/Frederico Valério
Traducción de José Carlos De Nóbrega

Amália
quiz Deus que fosse o meu nome
Amália
acho-lhe um jeito engraçado
bem nosso e popular
quando oiço alguém gritar
Amália
canta-me o fado

Amália
esta palavra ensinou-me
Amália
tu tens na vida que amar
são ordens do Senhor
Amália sem amor
não liga, tens de gostar
e como até morrer
amar é padecer
Amália chora a cantar!

Amália
disse-me alguém com ternura
Amália
da mais bonita maneira
e eu toda coração
julguei ouvir então
Amália p'la vez primeira

Amália
andas agora à procura
Amália
daquele amor mas sem fé
alguém já mo tirou
alguém o encontrou
na rua com a outra ao pé
e a quem lhe fala em mim
já só responde assim
Amália? Não sei quem é!
.........................................................
Amalia
quiso Dios que fuese mi nombre
Amalia
le hallo un modo gracioso
bien nuestro y popular
cuando oigo alguien gritar
Amalia
cántame el fado
........................................................
Amalia
esta palabra me enseñó
Amalia
tú tienes en la vida que amar
son órdenes del Señor
Amalia sin amor
no une, tienes que gustar
y como hasta morir
amar y padecer
¡Amalia llora a cantar!
.........................................................
Amalia
me dice alguien con ternura
Amalia
de la más bonita manera
y yo toda corazón
juzgué oir entonces
Amalia por la vez primera
..........................................................
Amalia
andas ahora en procura
Amalia
de aquel amor mas sin fe
alguien ya me lo tiró
alguien lo encontró
en la calle con la otra al pie
y a quien le habla en mí
ya sólo responde así
¿Amalia? ¡No sé quién es!
..........................................................
Amália Rodrigues (Lisboa, 23 de julio de 1920-Lisboa, 6 de octubre de 1999). Reina indiscutible del fado, la consideramos una de las voces más exquisitas de la trova popular mundial -Teresa Salgueiro, cantante del grupo portugués Madredeus, es hoy su más aventajada discípula-. Entre sus discos destacan Ai Mouraria (1945), Maria da Cruz (1945), Uma Casa Portuguesa (1953), Estranha Forma de Vida (1964), Amália e Vinicius (1970, con Vinicius de Moraes) y Segredo (1997).

Wednesday, July 21, 2010

EL SALÓN MICHELENA, FUNDAMENTOS DE UN EXTRAÑO PEREGRINO EN SU PATRIA...... Yuri Valecillo


He aquí la posición del fotógrafo venezolano Yuri Valecillo respecto a la convocatoria del Salón Michelena por parte de la Junta Directiva (en el exilio, ?) del Ateneo de Valencia, la Universidad de Carabobo y la Gobernación del estado. Lamentablemente esta confrontación artística -la más importante del país-, además de la Bienal de Literatura José Rafael Pocaterra -recordemos que el gobernador (aquel entonces) Luis Felipe Acosta Carles y su funcionario cultural Gerardo Estrada no cumplieron con el compromiso de cancelar los premios-, han sido víctimas de la burda pelea politiquera entre factores del poder a los cuales poco le importa el clima decadente del medio cultural en Carabobo. Esta posición es loable y valiente, amén de posibilitar un serio y responsable debate que rescate y reivindique la promoción cultural local. JCDN.
..........................................................................................................................................................................
EL SALÓN MICHELENA, FUNDAMENTOS DE UN EXTRAÑO PEREGRINO EN SU PATRIA……

YURI VALECILLO (texto y foto)


Eso de participar en el “SALÓN MICHELENA” y esto de recibir invitaciones de palabra me sigue gustando, a ojo de buen cubero cualquiera con dos dedos de frente comprenderá que seria imposible ser admitido. Frente a la carga de “PASTORES DE LA FE” que conforman su jurado de admisión, en esta ciudad de Valencia , Venezuela. Donde los comentarios van “de que si no firmaste contra Chávez no serás admitido”, lo cual no seria descabellado pensarlo.


Como participar en un "propuesta artística" donde el “sello de garantía” es el de un partido político. Donde Proyecto Venezuela y sectores escogidos de la oposición transforman y deforman un evento artístico y lo convierten en una plataforma partidaria, las razones de la selección y de observación transforman este salón en una cátedra “del deber ser” más que en una comunión para el concurso de la artes. Se transforma en un “pasarela” para el sectarismo, el señalamiento y el castigo para el que no comulgue con la familia SALAS y/o MALDONADO.


Acaso es un secreto que un jurado accidental se transformara de repente en “bateador emergente” o deberemos leer a "IVAN ILICH" para saber a qué Rodríguez me refiero. Quien es ahora DOCENTE UNIVERSITARIO Y MUSEÓGRAFO.


Por estos caminos me encuentro a algunos de los que hoy anuncian el "MICHELENA" como una trinchera de la “civilización occidental” o de la cultura de los siete cubiertos de la valencianidad. Pero por qué no levantan la voz ante un gobernador que permite con su omisión la pérdida del inmueble sede de la AVAP. Y gritan la necesidad de participar en este evento.


¿Que ocurriría si el partido mayoritario, en este caso el PSUV, colocara su simbología o logotipos en algunos de los festivales internacionales que se desarrollan en Venezuela? Es interesante como se recrean el amasiato entre los MALDONADO y LOS SALAS, unos padres del caos universitario en Carabobo y otros padrastros del allanamiento y la represión en nuestro estado. Tratan de mantener su imagen de mecenas con dinero ajeno y crecer en el recuerdo a la sombra del talento de artistas y cultores de la república.


Esto del arte sin toma de partido es una de las máximas de los que tratan de convencernos para la participación en masa en el “MICHELENA”, pero el pasado nos condena y asumir una posición con respecto a la realidad no está divorciada de lo que hacemos.


Creo que fue algún director o responsable o “GUACHIMAN” de alguna galería universitaria que llama a seguir ejemplos. Con qué cara el nepotismo y la intolerancia llaman a la concordia y a la amplitud y a seguir ejemplos, claro está…………Yuri Valecillo no participa ni por casualidad en un salón que alguna vez fue un espacio para la muestra y la expresión plástica, un lugar para confrontar y aprender, donde el discurso gráfico tuvo cabida. Participar en esta cámara de torturas del talento "ACTUAL SALÓN MICHELENA 2010” sería avalar el miedo y el rechazo, avalar un proyecto partidario con el que no comparto nada y lo enfrento.


No disculpo con la presente las grandes carencias de la propuesta cultural del proceso político que hoy vive la república. Pero el gobierno de Carabobo no es un ejemplo de “Explosión Cultural”…..sería ridículo no decir a los SALAS: TORQUEMADAS DEL CAPITOLIO CARABOBEÑO.


No creo que a la alcaldía la rodee el talento y como republicano convencido no creo en “primeras damas” ni alcaldesas, ni que el papa o la esposa de un gobernador o alcalde electo impongan su opinión a un electorado que nunca las eligió.


Pero volviendo al manantial, intentar participar en un “SALÓN” donde los cancerberos de oficio protegen de la contaminación de izquierda y donde después intentarán ridiculizarnos. Por no haber pasado las pruebas de obstáculos y ácido que pondrán a cualquiera que no comulgue con lo más “rancio de la aristocracia valenciana”. Participar en este salón con sus comisiones y su jurado nos podría transformar en bufones de un “Salón de Fiestas”.

Tuesday, July 06, 2010

UNA APROXIMACIÓN A JOÂO CABRAL DE MELO NETO. José Carlos De Nóbrega




El segundo bloque o grupo de voces, siguiendo a Izacyl Guimarâes Ferreira –en el caso de Antonio Cándido, el tercero-, a considerar en una panorámica de la poesía actual de Brasil, lo constituye la denominada Generación del 45. Sus representantes más notables, como se ha señalado reiteradas veces, son los poetas Joâo Cabral de Melo Neto (Recife, 1920-Rio de Janeiro, 1999) y Lêdo Ivo (Maceió, Alagoas, 1924). Algunos críticos distraídos han etiquetado a esta generación en tanto continuidad del postmodernismo; si reparamos los rasgos esenciales de su discurso poético, no es difícil reconocer su desencuentro con las propuestas modernistas más audaces y radicales. Por ejemplo, no convalidan la ruptura estridente con el pasado; no conciben el ataque iconoclasta contra figuras tales como Euclides Da Cunha o Joaquim Machado de Assis en la prosa, o el dar la espalda al género poético del soneto. Asumió, en consecuencia, una actitud combativa contra los maestros de 1922 y 1930: “Con su culto a lo paisajístico y a lo folclórico, y su formalismo superficial y perentorio susceptible a petrificarse en las estilizaciones, los modernistas brasileños no esconden su penuria ontológica” (Lêdo Ivo, 2004b: p. 707). Lo cual le granjearía a este conglomerado acusaciones y epítetos despectivos: anacrónicos, pasatistas, formalistas y elitescos. Insurgirían como los verdugos de la generación que le antecedió, de la misma forma que los modernistas se comportaron respecto al parnasianismo y el simbolismo. Se trata entonces del traspaso de las cuentas por pagar sin dar concesión a la moderación, mucho menos a la diplomacia; es el ejercicio implacable de la crítica, sin ningún tipo de miramientos, paradójicamente causante de la evolución y el vigor de la poesía brasileña actual. Se vislumbra la impronta de Caín, subyace esa persistencia obsesiva en la insomne revisión crítica de sus mismos pasos.


Se nos antoja oportuno este juicio crítico del poeta Felipe Fortuna (en Melo Neto, 2002):
“Al criticar las facilidades que la revolución modernista produjo, los poetas de la Generación del 45 no querían sólo restaurar la forma, sino también el asunto de la poesía, haciéndolo clásico, más elevado y culto, vinculándolo a un vocabulario de tendencias espiritualistas y filosóficas. De allí que muchos críticos hayan preferido términos como neoclasicismo, neoparnasianismo y antimodernismo, para definir un movimiento retrógrado de reacción” (p. XII).

Se puede inferir incluso una lectura política de tal rivalidad, pues el movimiento modernista fue aupado y financiado por la burguesía paulista emergente; Lêdo Ivo (2004b) habla indistintamente de los “parques industriales o artísticos y literarios”. Sus miembros gozaron el raro privilegio de visitar Europa, mientras que la gran mayoría de sus compatriotas desfallecía de hambre, paludismo y analfabetismo. Por otra parte, la literatura del nordeste de Brasil, con los novelistas José Lins do Rego y Jorge Amado al frente, amén de la poesía de Ivo y Melo Neto, proviene de un ámbito rural muy precario bajo el yugo de los Coroneles o Señores de la Tierra: “era una forma de sujeción económica que mucho recuerda de hecho, la situación de los siervos de la gleba en el Medioevo” (Cavalcanti y Vilaça, 1999: p. XV).

Cruzados en pos de la vindicación de la forma, en el rigor y vigor sentenciados por Lêdo Ivo, renegaron la comodidad del verso libre y el humorismo juguetón excesivo de la camada anterior. Sin embargo, no dejaron atrás el discurso metapoético, la preocupación por generar un pensamiento propio en torno al oficio, el sentido y el rumbo de la poesía. La lección de poesía de Joâo Cabral de Melo Neto es un ejemplo admirable: marcada por la intemporalidad, el relativo deslastre del exotismo brasileño que favorece su objetividad y realismo, sin desvincularse del entorno. He aquí las últimas estrofas:


3. La lucha blanca sobre el papel
que el poeta evita,
lucha blanca donde corre la sangre
de sus venas de agua salada.

La física del miedo percibida
entre los gestos diarios;
miedo de las cosas jamás posadas
pero inmóviles – naturalezas vivas.

Y las veinte palabras recogidas
en las aguas saladas del poeta
y de que se servirá el poeta
en su máquina útil.


Veinte palabras siempre las mismas
de las que conoce el funcionamiento,
la evaporación, la densidad
menor que la del aire.
(De Nóbrega, 2008b).

El despojamiento del texto poético nos conduce a una antítesis de la verborrea, las metáforas gratuitas y un intimismo metafísico que decae en un monólogo egoísta. En éste y otros textos como Psicología de la composición, Melo Neto manifiesta una preocupación sentida por la teoría y ulterior factura del poema, heredada directamente de Carlos Drummond dee Andrade. Es más, en la correspondencia entre ambos el discípulo reniega de la atmósfera surrealista de su primer libro Piedra de Sueño (1942), a favor de un ejercicio más despojado, contenido, racional y responsable de la palabra: “lo que me gustaría es hablar en un lenguaje más comprensible de ese mundo del que los periódicos nos dan noticias todos los días, y cuya bulla llega hasta nuestra puerta” (Melo Neto, 2002: p. XV). En el libro O engenheiro (1945) se confirma el discurso metapoético, esta vez asumido con mayor seguridad y conciencia. Felipe Fortuna define el ars poética de Melo Neto con suma precisión, esto es en tanto sueño dirigido: “A partir de entonces, Joâo Cabral de Melo Neto considerará el poema como un objeto de naturaleza racional, como construcción lúcida, muchas veces organizada y serial, contra los terrores de la producción impensada” (Melo Neto, 2002: p. XX). En otras palabras, constituye un ejercicio de ingeniería poética:


La luz, el sol, el aire libre,
envuelven el sueño del ingeniero.
El ingeniero sueña cosas claras:
superficies, tenis, un vaso de agua.

El lápiz, la escuadra, el papel;
el dibujo, el proyecto, el número:
el ingeniero piensa el mundo exacto,
el mundo que ningún velo cubre.

(El ingeniero, fragmento, en Melo Neto, 2002: p. 13, traducción de Ángel Crespo).

Sin embargo, el tema social y local no se deja de lado; varía el enfoque pues, más allá del nacionalismo exótico y fundacional de Pau-Brasil, hay una tendencia inequívoca a la tierra de origen y a la consideración del prójimo, el campesinado del Nordeste de Brasil. Tenemos dos poemarios importantes: O câo sem plumas (1950) y Morte e vida severina (1955). El estado de Pernambuco es protagonista de los poemas sin apelar a un lirismo desenfadado ni a una evocación nostálgica y efectista. Es un ejercicio de historia local que exhibe a una sociedad anacrónica producto del ciclo económico y la cultura del azúcar: El Coronel o señor del ingenio controlándolo todo, desde la explotación del producto hasta el mercado electoral; los retirantes o desplazados por la terrible sequía y la esterilidad de la tierra del Sertón, el hambre y la desesperanza; el éxodo campesino encarnado en Severino, personaje colectivo víctima de un modo de producción medieval que persistió desde la colonia hasta 1945. Extraemos de la estructura dramática de Morte e vida severina –auto de Navidad pernambucano, considerado por la crítica el texto social por excelencia de la poesía brasileña- el siguiente parlamento:


-Como aquí la muerte es tanta,
sólo es posible trabajar
en esas profesiones que hacen
de la muerte oficio o bazar.
Imagine que otra gente
de profesión similar,
farmaceúticos, sepultureros,
doctor de anillo en el anular,
remando contra la corriente
de la gente que baja al mar,
retirantes al contrario,
suben del mar para acá.
Sólo los rozados de la muerte
compensan aquí el cultivar,
y cultivarlos es fácil:
simple cuestión de plantar;
no se necesita limpiar,
abonar ni regar;
los estiajes y las plagas
nos hacen prosperar más;
y dan lucro inmediato;
ni es preciso esperar
por la cosecha: se recibe
en la misma hora de sembrar.
(Melo Neto, 1982: páginas 84-85, la traducción es nuestra).

La obra de Joâo Cabral de Melo Neto, en síntesis, es una de las piedras fundamentales que sostiene el templo de la poesía contemporánea brasileña. Cerremos esta consideración, de momento, con unas palabras del poeta brasileño Felipe Fortuna: “Revolucionada o no, la obra poética de Joâo Cabral de Melo Neto representa la etapa más importante para unir la libertad de expresión alcanzada por el Modernismo, y las experiencias formales que se iniciaron a partir de los años cincuenta” (Melo Neto, 2002: p. XLVIII). No está de más leer con devoción su obra y reseñarla en la comunidad de lectores de la América de habla española.

UN GALLO SE AFILA LAS ESPUELAS. José Carlos De Nóbrega. Foto de José Antonio Rosales


UN GALLO SE AFILA LAS ESPUELAS

José Carlos De Nóbrega

Foto de José Antonio Rosales

“Se calza las espuelas el gallo / para el camino de la muerte”.
Igor Barreto.

El gallo forma parte de la imaginería occidental así como también de la oriental. La negación de Pedro en tanto discípulo de Cristo es evidenciada por su canto oportuno e inevitable. El ateísmo de José Saramago se postra en una nada seráfica loa: “Alabado seas tú, Señor, nuestro Dios, rey del universo, que diste al gallo inteligencia para distinguir el día de la noche”. Precisamente la yuxtaposición de las luces y las sombras va construyendo el mundo que conocemos, consecuencia y efecto del ser expulsados del paraíso cotidianamente. En El Libro de los Seres Imaginarios, Borges manifiesta que todos los gallos descienden del Gallo Celestial, ave de plumas de oro cuya majestuosa voz estremece la tierra tres veces al día. Además es antepasado del Yang , el principio masculino del Universo. Tomando Anotaciones en la gallera , el poeta Igor Barreto observa que “Cuando los gallos batallan y gritan los apostadores y mana muerte emplumada de los cuerpos, son las palabras que se anudan y tropiezan las que más viven”. El canto del gallo nos recuerda diariamente nuestra contingente y humana condición, pues hasta en la manera de hablar se nos descubre. Al punto lo complementa con lucidez y angustia el mismo Barreto: “La colmena de hombres bulle sobre el modesto redondel de tierra: nadie gana, todos pierden”. La Poesía, como el gallo seguramente, rinde testimonio de la insomne lucha de Jacob y el Ángel al Alba: descoyuntada la cadera del primero y proferida la bendición por el otro, sacrificio y premio a la persistencia.
Nos hallamos hoy aquí, muy a pesar del miedo escatológico puesto en boga por las aves ebrias de metal estrellándose en torres de cristal, para festejar la denodada e insistente obra poética de uno de los nuestros: el “Gallo” Enrique Mujica. El volumen que comprende su Obra Poética de treinta años, coincide por fortuna con el trigésimo aniversario de la revista Poesía, una de las empresas literarias más consistentes del continente y más apreciadas por nosotros. De la cual, por cierto, ha participado el gran amigo que hoy nos ocupa. Su Obra Poética 1970-2000 nos permite una fructuosa relectura de sus poemarios, enclavados en lo paradojal del acto poético: descifrar el mundo para hacerlo más complejo y asombroso. La voz poética desdice desde el inicio la unidimensionalidad y chatura del mero formato escrito; por ejemplo, constatamos en títulos como Las Formas del Verano y Vaquería una hermeneútica del paisaje sin un ápice de ruido ni barroca tramoya:

“la razón arrasó los pasos abrió franjas mortales sobre la tierra
el melón abierto de las mañanas condenado a rodar como una rueda
sin aire olía de miedo junto a la rosa de rojo ajado y precipicio”.

En Tintas Quemadas, cuya calidad plástica no desmerece dicha técnica pictórica proveniente de China, se persigue el ser poético en la revelación de la riqueza oculta y significativa de los objetos:
“Juguemos ahora con las manos vacías,
errantes, desgarrados,
extraviados y sedientos,
lejos de lo que fue el destino”.

Del balance apenas se infiere la rotura de los amantes, al igual que la dura cerviz de las piedras por la inclemente y lacerante persistencia del sol del verano. Por su parte, Fondo y Espuma nos sorprende por su diafanidad y frescura: Los textos para una poética nos simpatizan y recuerdan los Proverbios de Antonio Machado y las Greguerías de Gómez de la Serna:

“El hombre moderno ha destrozado, a fuerza de luz,
la esperanzada sombra donde vivía”.

“Todo está en todo. En el sabor del aceite está
la sombra del olivo”.

“La fe no tiene futuro ni pasado, la duda sí”.

“La respiración es una historia de la desesperanza”.

En síntesis, este libro apuesta por los contenidos concretos de la Poesía, fundados en la mirada atenta y originaria de la belleza de las cosas. La Poesía no es un ejercicio lingüístico presuntuoso, más bien nos emparenta en la contemplación emotiva y visceral de nosotros mismos contrapuestos a un mundo cotidiano pero inédito, dispuesto a ser develado y seducido.

Valencia, 9 de octubre de 2001.
Nota del administrador: Valga esta vieja reseña como postal de presentación y salutación al poeta Enrique Mujica, pues Monte Ávila Editores acaba de publicar una antología poética suya y la revista Poesía de la Universidad de Carabobo (número 151, junio 2010) le dedicó la totalidad de sus páginas en un merecido y festivo homenaje.