Tuesday, October 28, 2008

CÁTALOGO DE INFAMIAS O DE LA FOTOGRAFÍA MILITANTE DE YURI VALECILLO




CATÁLOGO DE INFAMIAS O DE LA FOTOGRAFÍA MILITANTE DE YURI VALECILLO
José Carlos De Nóbrega


La fotografía
es un tiempo muerto
ficticio regreso a la simetría
Ana Cristina Cesar, Cómo afeitar el paisaje.

A Humberto Méndez Figueredo, in memoriam.
A Alexander Castillo, en la esperanza de que no todo esté perdido.

El viejo Valecillo, soldador y comunista militante, le obsequió a sus hijos un variopinto santoral católico en tanto juguete para exorcizar el miedo a Dios: los santos eran bañados, apaleados y convertidos en superhéroes por los chicos. Y tenía mucha razón el viejo: los católicos reaccionarios y los evangélicos fanáticos convirtieron el cristianismo de las catacumbas en un modo de vida terrorista, una teoría del poder que ha desgraciado la vida de muchos amputando la libertad y el placer. Cuarenta años después, Yuri Valecillo ha persistido en una actitud vital traviesa, iconoclasta y prevaricadora; afincada –eso sí- en la autenticidad militante socialista, reñida con la verticalidad burocrática y vinculada al amor festivo por la gente de abajo. Bien lo afirmaba el teólogo protestante alemán Dietrich Bonhoeffer –fusilado por los nazis en el compromiso con la patria alemana-: “Con el desprecio de los hombres sucumbimos al error capital de nuestros enemigos. Quien desprecia a un hombre, nunca logrará hacer algo de él”. Por tal razón, Yuri sigue siendo el joven radical que conocimos hace más de veinticinco años. Cosa de la cual no se escapa su magnífico trabajo fotográfico: pleno de inteligencia, solidaridad y amor por la humanidad.



Catálogo de Infamias lo corrobora de guisa fehaciente. Es el trabajo de un gran reportero gráfico, de afán proletario y humanístico, sin la contaminación de un esteticismo afín a la publicidad o al maquillaje rococó de nuestra bien amada realidad, por más resbaladiza que ésta sea. México y Cuba son los espacios abordados que nos retrotraen a Venezuela y el resto de América Latina. La hermeneútica del paisaje urbano es cruda e inmediata, en el impacto de la ternura solidaria por el otro: lo revela, por ejemplo, la desnudez de las mujeres trabajadoras y los pepenadores mexicanos en una marcha de protesta que desafía el poder omnímodo y decadente del Estado; o las fachadas que se astillan en la micosis de la descomposición y el caos urbanístico. No en balde nos recuerda al Buñuel de la etapa mexicana: los laberintos de la miseria en la ciudad de México que registra el film Los Olvidados, o el amor por los marginales y los outsiders en Nazarín, siendo este último título un “regaño” a la vastedad y la belleza de los cielos fotografiados por Gabriel Figueroa que apunta a la pobreza a ras de piso, es el perro arrastrado cruelmente por la carreta. Coincide la propuesta fotográfica con el canto del poeta brasileño Ledo Ivo a nuestra patria húmeda que es América: “Ninguna lengua engañosa es la patria. / Ella sirve apenas para que yo celebre mi grande y pobre patria muda, / Mi patria disentérica y desdentada, sin gramática y sin diccionario, / Mi patria sin lengua y sin palabras” (traducción del mexicano Jorge Lobillo). La patria no es la bandera arriada por la soberbia de los militares mexicanos como lo denuncia el lente crítico de Yuri: curiosamente tan sólo se aprecia el color rojo, en un remedo de la heráldica romántica y decimonónica, del que se infiere la sangre y la lucha de los trabajadores latinoamericanos. Es a la vez un homenaje sentido a la heráldica revolucionaria de la fotógrafa Tina Modotti que conjuga en un collage exquisito la hoz, la mazorca de maíz y las balas de la metralla.



No falta la calaca en sepia como alusión a la vida y la muerte, en ese paradójico tono de raigambre azteca que celebra la desilusión y la esperanza. Nos conmovieron las bellas mujeres acosadas por las paredes oscuras que forja la ciudad; los zapatos que penden de la maraña de cables que evidencian la venalidad de severos tribunales; el machismo que segrega a las mujeres y los menores de edad, manifiesto en la fachada de las cantinas y los lamederos de tequila y mezcal. No hay concesión alguna a los mitos con que nos atosigan los medios de comunicación masivos: la finalización de la era de los grandes relatos que procura reivindicar los derechos de los más pobres. Los trapos del detritus capitalista se exhiben sin pudor: al igual que la ropa recién lavada y la carne en venta. El lente se convierte en un ojo salvaje que hace referencia al Rembrandt carnicero y anatomista: la carne muerta delata a gritos las contradicciones y la descomposición de la sociedad occidental, muy a pesar de la tramoya mediática y propagandista que se empecina en decir lo contrario, entenebreciendo las almas sin ninguna dispensación.



La invitación es propicia para acompañar a este reportero gráfico y poeta visual sin el yugo de los concilios burocratizantes, ni de las fallidas muecas culteranas, mucho menos el imperio de lo establecido. Yuri apuesta sin descanso por una fotografía libertaria y militante, la cual implica nuestra reconciliación con el que va a pie y almuerza un suculento emparedado de mortadela a la vera de la calle.

Valencia de San Simeón el Estilita, 27 de octubre de 2008.

Friday, October 24, 2008

RESEÑA Y BREVE ENTREVISTA SOBRE "PARA MACHUCAR MI CORAZÓN:UNA ANTOLOGÍA POÉTICA DE BRASIL". VIVIANA MARQUES


Libro electrónico en la Filuc 2008 "Para machucar mi corazón. Una antología poética de Brasil"

Para el autor José Carlos De Nóbrega, el libro electrónico es un complemento del libro sobre papel, cuya belleza-a su juicio- es indescriptible e invaluable.


En el marco de las actividades de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo, el ensayista José Carlos De Nóbrega presentó su libro electrónico “Para machucar mi corazón: una antología poética de Brasil”, que versa sobre la recopilación de textos de poetas brasileños traducidos por su persona, en el que destacan Lêdo Ivo, Mário de Andrade, Carlos Néjar, Carlos Drummond de Andrade, Joâo Cabral de Melo Neto, Manuel Bandeira, Ferreira Gullar, Murilo Mendes, Vinicius de Morães, Cecília Meireles y Ana Cristina Cesar.


El título del libro fue inspirado en la canción “P’ra machucar meu coração” del brasileño Antonio Carlos Jobim, en la que De Nóbrega afirma que la poesía va de la mano con la música brasileña.


Con la ayuda de su amigo y editor de la revista virtual http://www.letralia.com/, Jorge Gómez, con quien anteriormente publicó Salmos Compulsivos, pudo hacer realidad la publicación on line de esta obra, siendo de fácil acceso para el público.


- En esta oportunidad usted presenta un libro electrónico. ¿Piensa que las nuevas tecnologías sustituirán el libro en su concepción clásica?


El libro como objeto artístico es único e indiscutible, lo que sucede es que el formato virtual puede divulgarse a muchas personas. En este caso, “Para machucar mi corazón”, puedes leerlo en una pantalla, mas leer obras como el “Don Quijote de la Mancha” en pantalla es virtualmente imposible. El libro en su concepción clásica tiene una belleza invaluable que no va a desaparecer. El libro virtual es una complementación.


- ¿Qué piensa usted que se debe hacer para incrementar el hábito de la lectura en la población?


Hay que diseñar estrategias atractivas para que los jóvenes se acerquen a la lectura. Si “Harry Potter” es un libro tan leído o el caso de “El Señor de los anillos” ha logrado cierto éxito en la juventud, por qué no hacerlo con autores venezolanos o universales.


Admite que en Venezuela se lee poca la poesía, piensa que en ella se puede expresar gran parte de las emociones. Agradecido por la invitación de la Filuc, afirma que entre los organizadores y el ensayista hay respeto y cariño.


Recomienda a la población leer textos clásicos y de la bibliografía venezolana los libros de Orlando Chirinos o su compañero Reynaldo Pérez Só. “Ellos le ofrecerán una perspectiva nueva de lo que es la lectura; sin escapar de la poesía del tan importante poeta Vicente Gerbasi”.

De Nóbrega, en la presentación de “Para machucar mi corazón”, recitó textos de los poetas brasileños tanto en su texto original en portugués como su traducción, entre los que destaca Lêdo Ivo (Mi Patria), Ferreira Gullar (Mi papá), Cecilia Meireles (Canción, Solombra) y Ana Cristina Cesar (Cómo afeitar el paisaje, A tus pies) entre otros.

Para acceder al libro electrónico del ensayista José Carlos De Nóbrega, ingrese a http://www.letralia.com/transletralia/brasil/index.htm.

Autor: Por Viviana Marques (Prensa Filuc).

Wednesday, October 22, 2008

BAUTIZO DEL LIBRO VIRTUAL PARA MACHUCAR MI CORAZÓN: UNA ANTOLOGÍA POÉTICA DE BRASIL

Bautizo del libro virtual Para machucar mi corazón: Una Antología Poética de Brasil. En la foto de nuestra amiga Susan Castro aparecen Viviana Marques, José Carlos De Nóbrega, Guillermo Cerceau y una chica de Protocolo. El evento se realizó el 20-10-2008 en el marco de la IX Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo.

Brasil 0 - Venezuela 0, un puente poético en construcción (prólogo de la antología). José Carlos De Nóbrega. A la antología se puede acceder a través del link: www.letralia.com/transletralia/brasil/index.htm .

A Aly Pérez, in memoriam.
A Fernando Rodríguez, estragada mi rabia a tragos.

Muy a pesar de mi ascendencia portuguesa —madeirense por demás, lo cual me salva del denuesto alfacinha que se le endilga a los lisboetas—, en el seno familiar casi no tuve contacto con la literatura de Portugal, mucho menos con la de Brasil. Apenas había llegado a mis manos una antología poética de Luís de Camôes, en su lengua original, conmemorativa del día nacional de Portugal. En mi adolescencia importaba más el desempeño —fallido hasta Estados Unidos 94— de la selección de fútbol brasileña en pos del tetracampeonato: para 1982, contaba con el mejor medio campo del mundo, Sócrates, Toninho Cerezo y Falcão apoyando al ponzoñoso Zico; sólo que Italia y Paolo Rossi arruinarían con tres goles la ensoñación de la hinchada verdiamarilla, a la que por entonces me había adscrito. En esa misma década, nos embriagábamos con la música heredera del Bossa Nova, de Antonio Carlos Jobim y del MPB: Chico Buarque, María Betania, Gal Costa, Milton Nascimento y Djavan. Qué decir de las depuradas telenovelas brasileñas que pueden comprender el intervalo que va de Vale Todo a la muy sensual Xica Da Silva (no podemos obviar la versión fílmica que la antecede, de Carlos Diegues).


Sin embargo, gracias al contacto con el Departamento de Literatura de la Universidad de Carabobo y su revista Poesía, teniendo a la vanguardia al poeta Reynaldo Pérez Só, pudimos acceder a la producción poética de habla portuguesa, sobre todo la brasileña. Entre los años 1992 y 1993, un grupo de estudiantes universitarios, entre los que nos contábamos Pedro Téllez, Slavko Zupcic, Argenis Salazar y este cronista, formamos parte del Taller de Traducción de Poesía en portugués, cuyo ductor fue el mismo Pérez Só. Por fortuna, se publicaron traducciones mías en la revista La Tuna de Oro, otra de las publicaciones emblemáticas del Departamento: siete textos poéticos de Ledo Ivo, procedentes de su poemario Crepúsculo civil (1990),en el número 19 de febrero-marzo de 1994; Poemas da Negra (1929) de Mário de Andrade, en el número 21 de enero-febrero de 1995; y tres poemas de Carlos Néjar en el número 23 de enero-febrero de 1996. Años después, publiqué en mi rol de director la traducción de tres textos poéticos de Carlos Drummond de Andrade, a los fines de acompañar un estupendo ensayo de Rodolfo Alonso sobre este poeta postmodernista de Brasil (La Tuna de Oro, número 41, mayo-junio de 2004). En este caso, el enemigo a vencer era la traducción literal: se trataba más bien de la conjunción o abordaje simultáneo de la idea patente en imágenes, el tono, el estado anímico y la musicalidad del texto poético. De lo contrario, se fracasaría en un pobrísimo ejercicio de traslación operativa a la manera de los manuales de instrucciones —o peor aun, de los textos marxistas traducidos por la Editorial Progreso de Moscú. Ya lo advierte Pérez Só sin amagues de ningún tipo: “3) Traducir, traducir. Lo hacemos con un autor extranjero, por supuesto. Pero no es una versión, es mi versión, es mi poema. (...) No dejando que la traducción sea lineal”. Otro tanto nos lo justifica Rodolfo Alonso: “Traducir poesía, cosa que por aquellos tiempos hacía asiduamente, al mismo tiempo con ansiosa inquietud y con placentero abandono, fue no sólo la mejor educación (¿iniciación?) literaria posible sino realmente algo esencial para mi vida toda. No sería quien soy sin haberlo intentado”. Veamos un ejemplo, con el cual me hallo compenetrado, O trapiche de Ledo Ivo:
El trapiche

Quieres que guarde para ti el rocío.
Mas cómo puedo guardar lo que se disuelve

al sol, como el viento, el amor y la muerte?

¿Cómo guardar los sueños que soñamos

al paso que caminamos despiertos

en lo oscuro y sin nadie a nuestro lado?

¿Y los susurros de labios encantados

en el otro lado del muro? ¿Y la hierba que se esparce

en la pista del aeropuerto? ¿Y la mancha que aparece

en la cáscara del mango maduro?

¿Cómo guardar la brisa sibilante

en el combés del navío? ¿Y el vuelo del pájaro?

¿Y la barca abandonada que atraviesa el río

y para bajo la cubierta?

¿Cómo y por qué guardar un arreo herrumbroso

y la ceniza de la hoguera

y la lluvia que llovía y el viento que venteaba?

La nada guardaremos, nosotros que somos

el depósito de todo, el baúl y el trapiche.

El rocío, que es eterno, se evapora

llegada su hora. Y nuestros sueños

nos guardan fielmente en sus sepulcros.

El poema se refiere a un trapiche, palabra válida en Brasil y Venezuela, esto es el lugar donde se almacena la caña de azúcar y se elabora el aguardiente de caña, su veneno en la acepción baudelaireana. Si se apelara al título El almacén, destruiría el ámbito y el espíritu rural del texto, extensivos en la consideración metafísica y existencial allí inmanentes. La búsqueda de la unicidad del ser en la dispersión. Si se quiere, manifiesta el ars poética de Ledo Ivo: “Mi ambición, en la mañana de los primeros versos tuertos y de la prosa balbuceante, era crear un recipiente formal que me contuviese por entero, en una melodía durable” (Confesiones de un Poeta, 2004, Academia Brasileña de las Letras-Topbooks, p. 13). El trapiche es la metáfora maravillosa y lograda de la cual se vale Ivo en la configuración del corpus del poema. Sencilla e impune, inmediata a nuestra paradójica condición, la de ser víctimas propiciatorias de los equívocos fundados en la poco probable conciliación habida entre el deseo y la realidad que nos ampara importunamente, como si fuésemos intrusos; despojada de la retórica hueca y abusiva en la aprehensión del paisaje y los objetos en los que nos reconocemos día tras día.
Hoy, traduciendo una interesantísima conversación de poetas brasileños —que nos envió a la redacción de Poesía el también amigo y poeta Floriano Martins—, constatamos la brecha que nos separa de la poesía del gigante amazónico. De lado y lado. Muy a pesar de nuestra vecindad geográfica, es menester aproximarnos en las virtudes y las falencias. Uno de los obstáculos lo representa la condición idiomática de cada cual, pese a que ambas lenguas son romances. Hay muy escaso interés en aprender el idioma del otro, aunque las excepciones al respecto constituyan una valiosa contribución en la construcción de un puente cada vez más necesario, en el combate a un proceso de globalización de una gula sin par, por cierto, una barrera bien notable. La poeta Astrid Cabral no deja pasar la limitante cultural: “Pienso que lo que ha ocasionado ‘un cierto vacío’ en las relaciones entre Brasil e Hispanoamérica, ha sido la influencia masiva y hegemónica de Norteamérica, adueñándose de todo y cualquier espacio, asimismo los recónditos lugares personales. Estados Unidos extendió el monopolio económico a las demás áreas. Comemos, vestimos, leemos y vivimos norteamericanamente —the american way of life, N.T.— (¡todavía bajo protestas! ¿Quién está virgen de unos pantalones Lee, o nunca mató el hambre en McDonald’s?)”. Al parecer, el Alca no repara en este tipo de detalles; no conviene la integración cultural de la América Latina, pues el todo estriba en el desigual intercambio de mercancías que atenuará el abultadísimo déficit fiscal de los Estados Unidos. Valga como colofón de este párrafo, la pertinencia de la integración latinoamericana per se, sin la mediación de gendarmes y mercaderes “protestantes”: “Un pueblo no alcanza el estado de civilización sumándose al proyecto de otro pueblo, sino tomando conciencia de su ser en el mundo, de su identidad y su especificidad cultural” (América como civilización emergente, de Adolfo Colombres, 2004, Editorial Sudamericana).


Por supuesto, tenemos el condicionante editorial de ambos lados de la frontera. No sólo en lo que toca a la edición recíproca como tal, sino en su divulgación continental. La referida conversación sostenida por los poetas brasileros Alberto da Costa e Silva, Carlos Néjar, Astrid Cabral, Claudio Willer, Álvaro Alves de Faría, Alexei Bueno y Flavio Khothe, arrojó un desconocimiento casi generalizado de la poesía venezolana actual. Fuera de nombres como los de Andrés Bello y Vicente Gerbasi, apenas se asoman poetas como Juan Calzadilla, Francisco Pérez Perdomo, Edmundo Aray y María Antonieta Flores. Sin embargo, el poeta Floriano Martins se ha dedicado a la divulgación de la poesía venezolana por medio de su revista virtual Algulha. Recientemente, el poeta Armindo Trevisan prologó una antología poética de Pérez Só, publicada por Monte Ávila Editores Latinoamericana. Uno de los pocos poetas venezolanos traducidos en portugués y editados en Brasil es Vicente Gerbasi con su libro Olivos de eternidad. Es de admitir que nuestras editoriales han fallado en la divulgación continental de la literatura venezolana, en especial el caso de los poetas. En Brasil hay un conocimiento más cabal del quehacer poético argentino, chileno y peruano.


En Venezuela, da la impresión de que se conoce algo más de la poesía brasileña del siglo XX. Ya se había dicho que la revista Poesía ha divulgado poéticas no tradicionales, como las de Brasil y Portugal, incluso el trabajo de poetas angoleños que escriben en portugués. En sus páginas tenemos textos poéticos y entrevistas realizadas a poetas tales como Ledo Ivo, Carlos Néjar, Murilo Mendes, Carlos Drummond de Andrade, Joao Cabral de Melo Neto, Floriano Martins, entre otros. Otro tanto ocurre con La Tuna de Oro, cuyo mercado divulgativo descansa en los estudiantes y docentes de la Universidad de Carabobo. Por otra parte, la colección Biblioteca Ayacucho ha editado títulos de poetas, narradores y ensayistas brasileños: Gilberto Freyre, Joaquim María Machado de Assis, Lima Barreto, Euclides da Cunha, Sergio Buarque de Holanda, Jorge Amado, y los poetas Oswald de Andrade, Mário de Andrade y Joao Cabral de Melo Neto. Fundarte publicó dos antologías de poetas brasileños: Ferreira Gullar (La lucha corporal y otros incendios, 1977, traducción de Santiago Kovadloff)y Joao Cabral de Melo Neto (Antología poética, 1979, traducción de Margara Russotto). Ejemplos que nos permite la fragilidad de nuestra memoria. Sin embargo, el inventario comprende desde el “fecundísimo modernismo brasileño” (Rodolfo Alonso dixit) de voces tales como la de Mario de Andrade, atravesando la poesía concreta de Ferreira Gullar, hasta el cierre del ciclo que representa la obra de poetas significativos como Joao Cabral de Melo Neto, Ledo Ivo y Carlos Néjar.


Por supuesto, ambas naciones parten de experiencias históricas peculiares. Pedro I proclama en 1822 la Independencia de Brasil, luego del traslado de la corona portuguesa al territorio amazónico, producto a su vez de la invasión napoleónica a la Península Ibérica. Ya no se trataba de un Virreinato, la mudanza y el acarreo trajo consigo la corte portuguesa a América con su cargamento de cultura, intelectuales y poesía. En el caso de Venezuela, la cautividad de Fernando VII a manos del ambicioso corso supuso un perfecto pretexto para la declaración de independencia del 19 de abril de 1810, la cual desembocaría en las mismísimas puertas del antiguo Imperio Inca. Quien iba a esperarlo de una modesta Capitanía General del Imperio Español. Sin embargo, las peculiaridades de cada cual incitan vivamente el acercamiento, más allá de la ausencia de la materia cultural en las cartas de intención y acuerdos recién firmados entre los presidentes Lula y Hugo Chávez Frías.


Cerremos este inventario binacional con estos versos de Carlos Néjar:


Cerrado para el balance

de todas las cobardías

y los actos heroicos —tan pocos—

dispongo las aptitudes

y las líneas de fuego

sin armisticio.

Me dispongo en esto

porque el equilibrio

es una camisa de fuerza

en mi cuerpo

y no tengo dónde poner

las ropas de la ambición

a no ser en la maleta vieja

del ático de la infancia.

Valencia, febrero de 2005

Nota:
Las traducciones de los textos en portugués, tanto los de prosa como los poemas, fueron realizadas por el autor del presente trabajo.





Saturday, October 18, 2008

INVITACIÓN A UNA CHARLA SOBRE POESÍA BRASILEÑA


Estimados amigos:

Les invito a la charla Panorama de la poesía contemporánea de Brasil, la cual daré en el marco de la IX Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo (Filuc). Además, Guillermo Cerceau presentará el libro Para machucar mi corazón: Una antología poética de Brasil, al cual pueden acceder por el link www.letralia.com/transletralia/brasil/index.htm . Este evento se llevará a cabo en el sótano del Centro Comercial Cristal, sector la Granja, Naguanagua (detrás del C.C. La Granja), sala Adriano González León, el día lunes 20 de octubre de 2008, hora: 4 pm. Sin más, su pana José Carlos De Nóbrega.

Thursday, October 16, 2008

MIMICKING ON THE AIR O DEL DISCURSO DEL OTRO EN LA OBRA MUSICAL DE ARGENIS SALAZAR




MIMICKING ON THE AIR O DEL DISCURSO DEL OTRO EN LA OBRA MUSICAL DE ARGENIS SALAZAR.
José Carlos De Nóbrega.



Mimicking on the air significa un importante punto de inflexión en la obra musical de Argenis Salazar. Luego de indagar en la marginalidad de la voz (los soldados o los pacientes psiquiátricos en Mandrake, 1995; el indigente y los humoristas colorados en Caballito Frenao, 1998, y los mariachis que deambulan por Madrid en Amor de Hambre), el discurso musical y experimental adquiere un afán sociológico y poético: Se solaza en la configuración de múltiples voces que imitan, remedan o parodian la voz del prójimo. En tal sentido, Enmanuel Lévinas manifiesta que es imposible acceder a Dios sin establecer una relación ética con el prójimo. Walter Benjamin nos dice que el ejercicio mimético del lenguaje es mágico y profético, lo cual acontece en la presencia del prójimo. Por ejemplo, Los Protocolos de los Sabios de Sión falsifican el discurso literario de obras tales como Diálogo entre Maquiavelo y Montesquieu en el Infierno de Maurice Joly, para emprender una cruzada fascista y antisemita en todo el orbe; por desgracia, este libelo intolerante es leído todavía por jóvenes y viejos desprevenidos. Por el contrario, el poeta brasileño Ledo Ivo –en un acto de impostura poética- simula el discurso excluyente de las clases altas en el poema Los pobres en la estación de autobuses, en tanto postura crítica y solidaria respecto al problema de la pobreza en América Latina: “Verdaderamente los pobres no saben ni morir. / (Tienen casi siempre una muerte fea y de mal gusto) / Y en cualquier parte del mundo molestan, / viajeros inoportunos que ocupan nuestros lugares / aun cuando vayamos sentados y ellos viajen de pie” (traducción de Maricela Terán). Argenis Salazar revela nuestra particular relación con el otro apelando a la ironía, la festividad e, incluso, la conmiseración. La grabación supone una larga cadena de voces impostoras que delatan la repulsión o la simpatía por el otro: en unos casos, la imitación conjuga el humor mórbido, como el de los talk-shows de la T.V., y el prejuicio que nos provoca lo distinto, lo exótico; la mayoría de las veces, la voz que parodia es de una violencia muy viva; en uno de los registros más interesantes de la muestra, la voz femenina hace una seria exposición introductoria que somete al escarnio al otro, en este caso los argelinos o moros de habla francesa, de donde el comentario zahiriente funciona de prólogo a la imitación como tal. Nos seduce este proyecto sónico en la complicidad habida entre el artista, los participantes y los espectadores. Mi voz aparece en ese concierto abstruso ocupada en la lectura del poema Cuadrilla de Carlos Drummond de Andrade. Se nos antoja entonces la óptica terca, rigurosa y poética de entomólogos de la imagen como Luis Buñuel (cuya sordera progresiva le dio un toque particular a las bandas sonoras de sus films, recordemos los tambores de Calanda), quienes sacuden nuestra atrofiada capacidad de asombro en la contemplación de la paradójica condición humana: es la invasión de la poesía en los terrores atávicos, las obsesiones y las pretensiones precarias de la superioridad moral sobre el otro. La estética de Argenis Salazar elude, por fortuna, toda estridencia y parafernalia que conduzca a moralejas edificantes y sosas; nos descubre en el acto mismo de vaciar las vísceras, en la plenitud de nuestra frágil desnudez.

Valencia de San Desiderio, 16 de octubre de 2008.

Monday, October 06, 2008

VEREDICTO DE LAS BIENALES VENEZOLANAS DE LITERATURA 2006-2008: JOSÉ RAFAEL POCATERRA (POESÍA), ENRIQUE BERNARDO NÚÑEZ (ENSAYO) Y CANTA PIRULERO


El coloquio José Rafael Pocaterra se llevó a cabo muy a pesar de una atmósfera poco benévola: La constatación de las irregularidades administrativas de la gestión de José Napoleón Oropeza al frente del Ateneo de Valencia, patente en el informe de la Contraloría del estado Carabobo y, en especial, el silencio mediático al respecto; la ausencia del gobernador del estado y su secretario de cultura en la inauguración y el desarrollo del evento; además de la pobreza patética en lo que toca a la programación literaria y cultural de la IV Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN, capítulo Carabobo), síntoma de las debilidades del Gabinete de la Cultura en Carabobo. Gracias a la labor incansable de Gloria Peña Cruz, los trabajadores del Ateneo -acreedores aún de la justicia laboral y por qué no poética- y los escritores que son amigos verdaderos del Ateneo, entre ellos tenemos a Niddy Calderón, Gustavo Fernández Colón, Pedro Téllez, Luis Alberto Angulo y Enrique Mujica, el coloquio constituyó un diálogo franco en torno a la literatura y el arte. La discusión está en el tapete: la cultura en Carabobo se halla a merced del bioritmo electoral, los intereses particulares y las alcabalas burocráticas. Urge una respuesta contundente de los artistas y los espectadores para hacerle frente sin dar cuartel.


He aquí los veredictos de los concursos de la Bienal José Rafael Pocaterra:


VEREDICTO DE LAS BIENALES VENEZOLANAS DE LITERATURA 2006-2008, “JOSÉ RAFAEL POCATERRA”, “ENRIQUE BERNARDO NÚÑEZ” Y “CANTA PIRULERO”

PREMIO “JOSÉ RAFAEL POCATERRA”, MENCIÓN POESÍA
TÍTULO DEL LIBRO: UN MUNDO EN GUERRA
NOMBRE DEL AUTOR(A): Olga Marina Molina Campos

MENCIONES HONORÍFICAS:

TÍTULO DEL LIBRO: GANANCIA DE PESCADORES
AUTORA: Eleonora Requena

TÍTULO DEL LIBRO: CHOP SUEY
AUTORA: Ruth Hernández Boscán

TÍTULO DEL LIBRO: TEXTURAS DEL TRÁFICO
AUTORA: Minerva Josefina Reyes

TÍTUILO DEL LIBRO: POSTAL DE SEQUÍA
AUTOR: Freddy Náñez Contreras

TÍTULO DEL LIBRO: BREVE ESPERANZA DE PÁJARO
AUTOR: Luis Ángel Barreto

TÍTULO DEL LIBRO: ESTACIÓN PETARE
AUTORA: Marissa Arroyal

TÍTULO DEL LIBRO: COMO UNA COSTUMBRE
AUTORA: Azul Urdaneta

Jurado: Douglas Bohórquez, Luis Alberto Angulo y Enrique Mujica.


PREMIO “ENRIQUE BERNARDO NÚÑEZ” (ENSAYO)
TÍTULO DEL LIBRO: LA SOMBRA DEL CRONISTA: UN ACERCAMIENTO A LA VIDA Y OBRA DE ENRIQUE BERNARDO NÚÑEZ.
AUTOR: ELOY YAGÜE JARQUE

MENCIONES HONORÍFICAS:

TÍTULO DEL LIBRO: EL HOMBRE CONCURRIDO
AUTOR: Luis Ángel Barreto

TÍTULO DEL LIBRO: DESTINO DE LO IMPOSIBLE
AUTOR: Arnaldo Jiménez

Jurado: Cósimo Mandrillo, Pedro Téllez y José Carlos De Nóbrega.


PREMIO “CANTA PIRULERO”

TÍTULO DEL LIBRO: PASAPUERTAS
AUTOR: Fedossy Santaella

Jurado: Niddy Calderón, Coralia López y Armando José Sequera.


Valencia, 4 de octubre de 2008.