LOS DIARIOS DE LUDOVICO SILVA/
José Carlos De Nóbrega//
¿No hay un antagonismo irreductible entre un Estado todopoderoso y unos intelectuales que se atreven a decir la verdad? Ludovico Silva, El Anti-manual.///
El jueves 4 de diciembre, 5 pm, en la sede del Centro de Estudios Latinoamericanos “Rómulo Gallegos” ubicada en Altamira, se realizó la presentación del proyecto de publicación de los diarios de Ludovico Silva. El evento contó con la participación activa de Leonardo Bracamonte, coordinador de investigación y estrategia de la institución, María Riera, directora de publicaciones, y Carlos Ortiz, coordinador de este ambicioso proyecto. La pertinencia de la empresa editorial no sólo descansa en el reconocimiento de la obra filosófica, política y literaria de Ludovico Silva, sino también como contribución notable a la comprensión y divulgación de su pensamiento. Se tiene pautada la publicación de estos Diarios, equivalente a diez carpetas manuscritas, para el año 2015, por lo cual suponemos la oferta invaluable de este insumo a investigadores y críticos interesados en el trabajo escritural poligráfico de nuestro Ludovico.///
En su detallada y fructuosa intervención, Carlos Ortiz conversó con la audiencia sobre el maravilloso hallazgo que representan estos Diarios. En primer lugar, el desdoblamiento de su mismo autor en un concierto contingente de múltiples personalidades. Salta a los ojos lectores la confrontación personal, crítica y humorística entre el escritor Ludovico Silva y la persona que fue Silva Michelena; tal disputa acalorada nos conduce a una legión de voces que apuntalará tiempo después la obra heterodoxa y polémica de nuestro autor. No se trata, pues, de la construcción egótica de un personaje sino de la configuración de una voz que abordó la poesía, el ensayo literario y el marxismo crítico heredero y posterior a la Escuela de Frankfurt. En segundo lugar, los Diarios exceden la prosa confesional para solazarse en un inigualable juego transgenérico que comprende la poesía propia, la traducción de otras voces poéticas, la crítica literaria, la literatura epistolar y el humor negro y díscolo de sus anotaciones sociológicas. Por supuesto, no podemos obviar el desparpajo autocrítico de su construcción autobiográfica, el cual se nos antoja afín a los autorretratos pictóricos y escritos de Juan Calzadilla. Es un autoanálisis travieso y desmitificador que entrampa tanto al paciente como al alienista. Nos atrevemos a acompañar a Ortiz, cuando estos Diarios prefiguran la obsesión por temas como la alienación, la ideología como falsa conciencia encubridora y el vino como río sanguíneo, vital y venenoso que alienta el decir poético.///
Por supuesto, Carlos Ortiz disertó sobre la problemática técnica de la empresa. Elogió la transcripción de los Diarios que encabezó el poeta y músico Luis Ernesto Gómez (tengo el honor de haber sido uno de los dactilógrafos), ello en virtud de su rigor y limpieza. En el distanciamiento técnico de un atento editor, Ortiz propuso que la publicación de los Diarios habrá de facilitar la labor crítica y académica en el tratamiento de la obra de Ludovico Silva. A tal respecto, se establece la necesidad de traducir los textos propios y ajenos en lengua extranjera, además de la construcción de un índice analítico que permita el goce de los críticos y los lectores a lo largo de su complejo y accesible corpus. De esta forma, se cubre una curaduría crítica y fidedigna de estos escritos, dada su calidad reticular que cruza diversos géneros literarios, amén de su polifonía maravillosa.///
Resulta comprensible la espera jubilosa de estos Diarios por venir.
No comments:
Post a Comment