Wednesday, January 14, 2015

DOMINGO ALBERTO RANGEL, UN AGUAFIESTAS EN EL CELARG. José Carlos De Nóbrega


Salmos Compulsivos/
DOMINGO ALBERTO RANGEL, UN AGUAFIESTAS EN EL CELARG/
José Carlos De Nóbrega///

No precisamente decir la verdad o la mentira –eso todavía es un prejuicio- sino decir la Vida, que no es falsa ni verdadera, sino simplemente Vida, con sus contradicciones y su dolor. José Revueltas.///

A José Francisco Jiménez Castillo, amigo fiel y comentarista entusiasta de Domingo Alberto.///

El Simposio “La Razón Extremista. Homenaje a Domingo Alberto Rangel”, realizado el 3 y el 4 de diciembre de 2014 en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, nos permitió una aproximación pertinente y sentida a la vida y obra de este notable intelectual venezolano. Por supuesto, Domingo Alberto es nuestro aguafiestas por excelencia, en virtud de su irrenunciable y contundente disposición crítica en relación al mundo y a su país. Si bien es menester hoy defender y profundizar los logros del proceso bolivariano, no está de más ejercer la autocrítica con responsabilidad para corregir sus fallas, pues de lo contrario las gríngolas entusiastas, burocratizantes y unidimensionales entenebrecerían la mirada hasta el encandilamiento. Por lo tanto, valga un reconocimiento por partida doble (dados la claridad intelectual y sobre todo el coraje vital) al equipo del CELARG en la organización y realización de tan significativo evento.///

Las tres mesas o, mejor aún, el trípode temático y metodológico (I.-Historizar a Domingo Alberto Rangel; II.-Narrar el tránsito. Proposiciones escriturales y ejercicios críticos de DAR; III.-El carácter del capitalismo venezolano y los caminos de la revolución, según DAR) convocó a once intelectuales venezolanos en la comprensión de su trascendental y estimada obra: Steve Ellner, Carlos Urrieta, Leonardo Bracamonte, José Carlos De Nóbrega, Lionel Muñoz, Carlos Marín, Nelson Guzmán, Judith Valencia, Anaís López, Enrique Nóbrega y Duilio Medero. El simposio se inició con la proyección de un video de R. Rico que registró con naturalidad el testimonio de Domingo Alberto sobre su actuación política e intelectual, su relación con el Partido Comunista, la resistencia y la insurrección, amén de la configuración de su personalidad ingobernable y libertaria. En este caso, el temblor de sus manos ajadas por el tiempo no le restó en lo absoluto a la lucidez encabritada de su pensamiento que aún nos toca. ///

Desdiciendo a las aves de mal agüero, exhibicionistas y decadentes como un pavo real intoxicado, los panelistas -animados de un espíritu comunitario enclavado en la diversidad del pensamiento- desarrollaron una red conversada y dialógica que abrazó con respeto y alta consideración a este gran y díscolo venezolano. Rescatamos en las intermitencias de nuestra memoria, acuciosas y vivaces intervenciones que apuntalan por igual el buen decir crítico y la esperanza por un mundo realizado en revolución permanente: Desde los asertivos apuntes politológicos de Steve Ellner, la biografía personal de nuestro huracán Rangel por Carlos Urrieta y la precisión historiográfica de Leonardo Bracamonte; vadeando este río desbordado proveniente de Tovar a través de los remos de José Carlos De Nóbrega, Lionel Muñoz, Carlos Marín y Nelson Guzmán, quienes destacaron las dotes proféticas, poéticas y narrativas de DAR en su apropiación personalísima y apasionada de Venezuela y América Latina; hasta las inquisiciones históricas y sociológicas de Enrique Nóbrega y Duilio Medero que recalaron en la aristocracia del dinero y la percepción del tema militar respectivamente. Por supuesto, nos merece destacar las ponencias de dos mujeres encantadoras y talentosísimas: Judith Valencia, quien nos incitó a una lectura crítica y experimental de los tres tomos de “Capital y Desarrollo” en el discernimiento de la plantilla conceptual-militante y la narrativa sin par de Domingo Rangel Burgoin que caracterizan su discurso crítico; y la jovencísima Anaís López que realizó una estupenda exposición sobre la óptica de nuestro autor dirigida al conflicto colombiano. Nos acompañó Domingo Alberto Rangel Mantilla, su hijo, con palabras calurosas y agradecidas que contribuyeron a ennoblecer estas dos jornadas fructuosas.///

Permítanme este colofón: Domingo enciende nuestro corazón en la brillantez y sinceridad de su discurso revolucionario más allá de la depreciación de las temporalidades. Es nuestro imperativo presentarlo y comentarlo a los más jóvenes.

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