Yo, Judas Alcaparra Salasocho -la taguara cierra a las nueve-, oriundo de Valencia de San Desiderio -cuyos huesos depositados en el Templo de Don Bosco así lo certifican-, les comunico mi última voluntad recogida en este breve testamento. Como ustedes pueden ver, agoniza nuestro tiempo zahiriendo a Valencia, la de Venezuela, con administraciones de gobierno nefastas y autodestructivas, proclives al suicidio urbanístico, político y cultural. Confesamos nuestra vil sociedad electorera que emparenta -de manera aparente y no transparente- la godarria local con el funcionariato estalinista que simula un discurso revolucionario. Ea pues señoras (Virgen del Socorro y Rosa de Luxemburgo), manifestamos el impío traspaso de los bienes mal habidos y las misiones por tan mediocres mayordomos o servidores públicos:
1.- Decretamos que a partir de hoy se recogerán en la región todos los billetes de dos bolívares fuertes (2 bs. F.), para financiar el ecocidio sostenido de las toninas que resten en el país. En consecuencia, Marcos el Breve -director de operaciones de la Corte- transformará el Teatro Municipal en el Matadero Ictiológico de la Valencia del Rey y el Acuario de Valencia en la ampliación del Cementerio Municipal (los que han muerto en cautiverio sólo pueden llamarse platillos a servir en la mar chica).
2.- Es obligatorio el consumo de la carne blanca (cual las barbas del burgomaestre) de las toninas aludidas en tiempo de cuaresma (a tal efecto, el poeta Fáver Páez tendrá como misión -¿castigo?- suministrar tal producto alimenticio al mercado Pestíferico de la Ciudad durante dicha época).
3.- La Plaza Bolívar será el paradigma urbanístico de la ciudad (siguiendo la tradición de los pacos ecocidas, tramitamos con la Universidad de Carabobo -adjunta la curaduría de los hermanos Rodríguez, no los boleristas, sí los especialistas de arte improvisados por la derecha- la hórrida reja que la encarcelará para siempre). Por supuesto, vagos anarquistas, la fuente no escupe pa'rriba sino pa'bajo a los fines de hidratar las plantas insolentes de los transeúntes.
4.- Si sobra plata de la incautación de billetes referida en el artículo 1, se creará un fondo de Promoción de las Artes Escénicas y Musicales: Radio Rochela (en versión "socializante o fruit pomch"), Franco y Oscarcito, Chino y Nacho, el musical "Moisés" de la Iglesia Mercantil Maranatha y todo lo que sea música idiota. Asimismo los monólogos ultraderechistas de Cara al Sol de Luis Chataing, Laureano Márquez, Teodoro Petkoff y Henry Ramos Allup. La literatura y, en especial, la poesía serán desterradas de nuestra estalinista y goda comarca.
5.- Decretamos donar el Puente Morillo al renegado Yuri Valecillo para sus incursiones fotográficas sartreanas (para ver si así no echa tanta vaina).
6.- Se decreta la reducción del presupuesto educativo y cultural en todo el estado, pues el perraje pa'l autobús. El dinero producto de la aniquilación de estas partidas se destinará al fomento de los juegos de envite y azar, modalidad Bingo, para el disfrute lúdico de la godarria valenciana. Por supuesto, los docentes estadales servirán de ujieres, lavacarros, choferes, mayordomos y cachifas de las siete grandes familias godas y sus adláteres ucistas y burocráticos.
7.- La bendición del mar, no del Cabriales ni del Lago de Valencia, será una fiesta ultramontana de obligatorio cumplimiento por todos los súbditos del estado.
8.- Se expulsará a Richard Montenegro del estado -sus habitantes, en especial los de Naguanagua, no le proveerán asilo ni bastimento so pena de encarcelamiento-, pues ha injuriado al funcionariato cultural aborreciendo del Realismo Socialista y del Despotismo sensiblero y de media solapa de nuestra ilustre godarria. Esta medida ha sido solicitada también por sanedrines y clubes cómicos de dispersa ralea, instituciones solitarias a las que nos debemos.
9.- El programa televisivo culturoso de José Tazpikent y sus amigos será transmitido al amanecer, al mediodía y al anochecer para sumir en las tinieblas a la población. Esta medida es mucho más efectiva que la destrucción de los libros y los bienes culturales a lo largo de la historia de la humanidad (es también más barata, si no vean su pobrísima y presuntuosa puesta en escena).
10.- La Academia local de la lengua heredará toda manifestación literaria de la ciudad en tanto estúpida alcabala (vomitiva medida ésta, pues sus miembros no han visto tanto libro junto y padecerán de embolia en consecuencia).
Dado, firmado y sellado en el Parque Recreacional Sur de Valencia (la de San Simeón el estilita) a los 23 días del mes de abril, sábado de Gloria de 2011.