I
30 de Octubre 2010, 00h. Ni más ni menos
Argenis Salazar
Hoy, para ahorrarnos tiempo y energía (dinero), en Europa retrasaremos nuestros relojes una hora menos. Ni más ni menos. Hoy, nada más y nada menos, se cumplen 100 años del nacimiento del poeta Miguel Hernández: Clásico, moderno; entero. Los más que los menos, retrasan su lento minutero, en medio de millones de segunderos (Lichtenberg: Maquinador, maquinista, maquinero). Un año ni más ni menos, adelantaron sus hipócritas homenajes patrioteros. En América Latina, España, y hasta en el cielo. El amigo, el camarada, el traidor, el infame y hasta el clero. En academias, burdeles, senados, plazas y escuelas (cárceles con maderos). En telediarios, periódicos, blogs, chats: la red social de los embusteros. Hablaremos, escribiremos y le cantaremos; con sincero e impotente oportunismo de ciego. Lo que importa es lo que importa, su poema justo y certero. La Poesía como motor del tiempo y el poeta como relojero. O como de Lautréamont se escribiera “…el escritor como voluntad del número cero.”.
Madrid, sábado 30 de octubre de 2010.
II
EL AJO PARA LOS ESPEJOS
Leonardo Alezones
/A Miguel Hernández
Miguel
Cerrarse como una cebolla
Como un ajo
Cuando el todo alabó lo que hablabas
Amaste el ser
Incluso en los dolores
El sexo en una vela encendida
Barrotes y castigo
Por nada más que amor
Ahora iluminas la tierra
Desde un verso un pedazo de papel
Allí títere del destino
Haz sangrar el nylon
Hasta ver a la mañana atarlos
/30-10-2010
/A Miguel Hernández
Miguel
Cerrarse como una cebolla
Como un ajo
Cuando el todo alabó lo que hablabas
Amaste el ser
Incluso en los dolores
El sexo en una vela encendida
Barrotes y castigo
Por nada más que amor
Ahora iluminas la tierra
Desde un verso un pedazo de papel
Allí títere del destino
Haz sangrar el nylon
Hasta ver a la mañana atarlos
/30-10-2010
Gracias a estos dos amigos, por aportar sus palabras sinceras en la celebración centenaria de Miguel Hernández. Si bien no estuvieron físicamente en la pequeña fiesta que le hicimos en Librerías del Sur, sus espíritus nos acompañaron allí y en La Guairita (cierre del ágape).
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