Monday, September 06, 2010

NUESTRAS PIEDRAS PINTADAS. José Carlos De Nóbrega


NUESTRAS PIEDRAS PINTADAS

José Carlos De Nóbrega


Ella está atrapada
Entre rocas y aguas.

Es una forma del río.

Lo que resiste humano en ella
Es la manera de ver.

La dura piel.

El remanso de su memoria.

Ana Carolina Saavedra.


Es motivo de celebración la edición de este trabajo de investigación titulado Petroglifos de Vigirima: Dos yacimientos de Arte Rupestre de la Cuenca del Lago de Valencia, estado Carabobo, Venezuela de Leonardo Páez bajo el sello de la Fundación Editorial el perro y la rana, Sistema Nacional de Imprentas / Carabobo. Sobre todo si consideramos que inaugura la modalidad de Investigación de la Colección Somos Creadores, afortunado diseño de nuestro modesto trapiche de la palabra. Este título no sólo constituye un aporte importante en la literatura arqueológica, etnográfica y etnológica de Venezuela, sino también una notable muestra del afán de reconstrucción histórica de nuestro pasado aborigen y de la conservación y salvaguarda de nuestro patrimonio cultural e histórico acechado por la voracidad de la plaga globalizadora made in U.S.A. con su comida chatarra, su decadente música hecha en insanos laboratorios y su cine comercial estancado en el arquetipo y las sandeces patrioteras. Recomendamos ampliamente su lectura, dada la pertinencia de su tema, la gran pericia y amenidad en el uso del lenguaje y su contribución decisiva a la conservación no sólo de nuestros monumentos arqueológicos, sino de nuestra cultura aborigen (los petroglifos son objetos estéticos tan tocables como la poesía de César Vallejo y César Moro, el poemario El Lugar de las imágenes perdidas de Ana Carolina Saavedra o la obra ensayística de José Carlos Mariátegui). Compartimos plenamente la opinión del antropólogo Pedro J. Rivas G. respecto a este significativo trabajo: "Consideramos que la obra es de sumo interés, ya que incluye documentos gráficos e información descriptiva de utilidad para los estudiosos de la materia. Lo son, asimismo, su propia síntesis y reflexiones en cuanto al aporte de ensayos precedentes, y especialmente sus apreciaciones en cuanto al estado de conservación y a la necesidad de involucrar activamente a las comunidades a su protección". La investigación antropológica, en este caso particular, no se divorcia del meticuloso oficio del artesano; por el contrario, el vínculo posibilita no sólo la lectura atenta e intelectual sino también la placentera que se pasea con solaz por el discurso escrito de su corpus científico -magníficamente expresado en su atractiva y didáctica sencillez- y el discurso plástico o visual patente en el inventario gráfico de los petroglifos de Los Colorados y El Junco. Los surcos esculpidos o grabados en la piedra parecieran avizorar el futuro consistente en el sangriento desmadre colonial: Estos golpes en el pecho / son curiaras desplomándose / por un salto de agua, tal como nos lo recuerda nuestra Ana Carolina. Por lo que el llamado viene a continuación: Revisemos este hermoso catálogo de grabados a la par de visitar y revisitar yacimientos puntuales de nuestra cultura, como si fuésemos espectadores asombrados y reivindicados en la salvaje curaduría poética de una muestra pictográfica y simbólica que ata el cielo del pasado aborigen con la tierra de nuestro hoy, colindante aún con la lucha por la Independencia (la cual ha de ser permanente, pues no podemos renunciar a ella, mucho menos vender la primogenitura por un plato de lentejas y carne guisadas a la jardinera).

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