Thursday, August 05, 2010

DE LOS ATENEOS, EL SABER Y LAS MISIONES EDUCATIVAS. JULIO BORROMÉ


De los Ateneos, el Saber y las Misiones Educativas

Julio Borromé

Las políticas culturales impulsadas por el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías son las expresiones concretas de lo que concierne a la democratización de los espacios culturales donde el pueblo se reconoce como creador y sujeto histórico. Podemos pensar que los Ateneos fueron y siguen siendo puntos de encuentro de todo el acervo creador de las comunidades y sus artistas. Esos espacios de reciprocidades subjetivas intensifican los afectos y las representaciones artísticas, de modo que las corrientes armoniosas de la energía vital de los pueblos encarnan la identidad de los mismos, en una permanente recreación de sus expresiones. En los pueblos se funde el imaginario de la cultura viviente y orgánica con esos espacios que existen en la medida en que son habitados por todos y todas. Quienes regentan con la visión familiar de un patrimonio hereditario deben comprender que el saber y la participación es un derecho de todos los hombres y las mujeres de este país, y no el privilegio de unos elegidos, entonces, los intelectuales comprenderían que deben alfabetizarse políticamente con la gente, con sus procesos formativos por encima del privilegio que otorga el orgullo del curul y del trazo narcisista de la abstracción. El saber no está concentrado, limitado en los espacios onanísticos de una élite de obstinada retención escolástica; el saber vislumbra otras posibilidades cuando se comparte con los otros, con sus pequeñas verdades, que terminan siendo las verdades de un pueblo. Es una forma de sentir y ver el mundo en la necesidad de crear y volver bellas las cosas en la experiencia de reconocerse en sus manifestaciones culturales. En este sentido, las Misiones Educativas, son espacios para el entendimiento, y también para la inclusión del pueblo, en el marco de la nueva institucionalidad emergente. Esta remozada intención educativa confiere derechos y deberes a los ciudadanos (as) que orientan sus preferencias académicas por un modelo alternativo que hunde sus raíces en lo más profundo de nuestro pensamiento libertario. Hace poco tiempo el Presidente Hugo Chávez asistió al acto de grado de más de dos mil camaradas egresados de la Misión Cultura. Quién duda del saber, de la experiencia compartida de los activadores en un aprendizaje comunitario, porque es desde las comunidades donde los proyectos de aprendizajes dan cuenta de la realidad y de las fortalezas anímicas y materiales. Este saber popular es empíricamente vivido y racionalmente sentido en esa doble vertiente robinsoniana. Dudan de ella solo aquellos que aún no se desligan del solipsismo y de una educación privilegiada, que no comparten el sentido del presente y de los valores socialistas en construcción.


Nota del administrador del blog: Compartimos el entusiasmo y la esperanza del autor del artículo. Si bien este gobierno ha realizado una gran gestión cultural -patente, por ejemplo, en la producción editorial del Estado, el crecimiento del sector cinematográfico y la formación de promotores culturales-, no debemos perder de vista ciertos vicios que arrastra la cultura promovida por el Estado muchos años ha. Es preocupante que una cultura burocrática anclada en el pasado aún obstruya las iniciativas de los creadores y las comunidades, sólo por el mero hecho de sentirse en una situación privilegiada y confortable; las alcabalas culturales, en el estilo que caracterizó la gestión de José Napoleón Oropeza en Carabobo, persisten en ahogar la creatividad y la participación comunitaria en un ejercicio mezquino del poder. También hemos sido testigos de la torpeza, ignorancia y falta de visión de gestiones equívocas como las de Luis Felipe Acosta Carles como gobernador y Gerardo Estrada como su mediocre brazo cultural (recordemos el boicot a la Bienal de Literatura José Rafael Pocaterra 2006-2008, amén de su aversión a la cultura escrita). ¿Por qué persiste la bajísima sintonía de las universidades autónomas respecto al hombre de a pie, el obrero, la ama de casa? ¿Hasta cuándo los factores de poder de las universidades autónomas implementarán la política de la exclusión, el pragmatismo y la filosofía de virtudes públicas y vicios privados? ¿Nuestras universidades públicas seguirán persistiendo en exiliar el talento humanístico y científico al conferir doctorados honoris causa en serie para sacerdotes reaccionarios, politicastros o comunicadores misóginos? ¿Qué habrá sucedido, por ejemplo, con el Plan Revolucionario de Lectura gerenciado por funcionarios divorciados de nuestra gente y afincado en ficciones y extrapolaciones estadísticas? La promoción de la lectura es todo lo contrario: es el diálogo del país con sus autores en un espíritu comunitario. Las Misiones Educativas ameritan el apoyo de lo mejor de nuestros profesionales universitarios en pos de mejorar su calidad, pues de su pertinencia no dudamos en lo absoluto. Apostamos por el surgimiento de agrupaciones y circuitos culturales alternativos que acompañen a nuestro pueblo en la consolidación de una calidad de vida integral en pleno ascenso. El Arte debe tomar la calle en contraposición a esas sosas, claustrofóbicas y alienantes catedrales del siglo XXI que son los Centros Comerciales. La coyuntura nos llama a conversar, debatir y actuar al respecto.

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