Thursday, January 10, 2008

SEIS SONETOS DE LUIS DE CAMÔES. Selección y traducción de José Carlos De Nóbrega


Traducción para mi padre, José Do Nascimento Nóbrega, in memoriam

1

Yerros míos, mala fortuna, amor ardiente

En mi perdición se conjuraran;

Los yerros y la fortuna sobraran,

Que para mí bastaba amor solamente.


Todo pasé; mas tengo tan presente

El gran dolor de las cosas que pasaran,

Que las heridas airadas me enseñaran

A no querer ya nunca ser consecuente.


Erré todo el discurso de mis años;

Di causa a que la Fortuna castigase

Mis mal fundadas esperanzas.


De amor no ví sino breves engaños.

¡Oh, quién tanto pudiese que hartase

Este mi duro Genio de venganzas!


2


El día que nací muera y perezca,

No lo quiera jamás el tiempo dar,

No torne más al mundo, y, de tornar,

Eclipse en ese acto el Sol padezca.


Que la luz le falte, el Sol se le oscurezca,

Muestre el mundo señales de acabarse,

Monstruos, sangre lluvia o aire, názcanle,

Que la madre al propio hijo no conozca.


Las personas pasmadas, de ignorantes,

Las lágrimas en el rostro, la coloración ida,

Reparen que el mundo ya se destruyó.


¡Oh gente temerosa, no te espantes,

Que este día echó al mundo la vida

Más desgraciada que jamás se vió!


3


Acá en esta Babilonia, donde mana

Pus a cuanto mal el mundo cría;

Acá donde el puro Amor no tiene valía,

Que la Madre, que manda más, todo profana;


Acá, donde el mal se afina y el bien se daña,

Y puede más que la honra la tiranía;

Acá, donde la errada y ciega Monarquía

Cuida un nombre vano que la desengaña;


Acá en este laberinto, donde la nobleza

Con esfuerzo y sabiendo la petición

Vá a las puertas de la codicia y la vileza;


Acá en este oscuro caos de confusión,

Cumpliendo estoy el curso de la Naturaleza.

¡Ve si me olvidaré de ti, Sión!


4


Se transforma el amante en la cosa amada,

Por virtud del tanto imaginar;

Luego no tengo más que desear,

Pues en mí tengo la parte deseada.


Si en ella está mi alma transformada,

¿Qué más desea el cuerpo alcanzar?

En sí solamente puede descansar,

Pues consigo tal alma está ligada.


Mas esta linda y pura semi-idea,

Que, como un accidente en su sujeto,

Así con el alma mía se conforma,


Está en el pensamiento como idea;

Y el vivo y puro amor de que soy hecho,

Como la materia simple busca la forma.


5

Cuando el Sol encubierto va mostrando

Al mundo la luz quieta y dudosa,

A lo largo de una playa deleitosa

Voy en mi enemiga pensando.


Aquí la ví, los cabellos ajustando;

Allí con la mano en la cara tan hermosa;

Aquí hablando alegre, allí cuidadosa;

Ahora estando quieta, ahora andando.


Aquí estuve sentada, allí me vió,

Levantando aquellos ojos tan libres;

Aquí movida un poco, allí segura;


Aquí se entristeció, allí se rió.

En fin, en estos cansados pensamientos

Paso esta vida vana, que siempre dura.


6


En el mundo pocos años, y cansados,

Viví, llenos de miseria vil y dura:

Tan pronto fuéme la luz del día oscura,

Que no ví cinco lustros terminados.


Recorrí tierras y mares apartados,

Buscando a la vida algún remedio o cura;

Mas aquello que, en fin, no quiere Ventura,

No lo alcanzan trabajos arriesgados.


Me crió Portugal en la verde y cara

Patria mía Dondequiera; mas aire corrupto,

Que en éste mi terreno vaso tenga,


¡Házme manjar de peces en ti, bruto

Mar, que golpeas en la Abisinia fiera y avara,

Tan lejos de la dichosa patria mía!






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